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  • El Pevolca ordena nuevas evacuaciones ante el aumento de la actividad de Cumbre Vieja

Desde su vivienda en La Laguna, Carmen ha pasado 38 días viendo rugir el volcán. Durante cinco semanas, ha visto cómo la lava -sin prisa pero sin pausa- se acercaba cada día un poco más. Este martes, el Pevolca, ha ordenado su evacuación.

Desde su coche, entre lágrimas, se lamenta. No logra comprender: «Me evacuaron de repente. No sé por qué», se pregunta. 

Sólo sabe -porque se lo han dicho- que «hay una (colada) que parece que va a coger por ahí», por donde está su vivienda.

Carmen apenas puede articular palabra. «Esto es horrible», dice. «Lo ves por la tele y lo sientes. Pero cuando te toca a ti te rompe por dentro». 

Es lo último que quiere decir. Pide disculpas. No puede hablar. Está dejando atrás su vida. Frente a ella, solo hay tristeza.

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