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MADRID, 15 Sep. (EUROPA PRESS) –

El gobernador del Banco de España, Pablo Hernández de Cos, cree que el Banco Central Europeo (BCE) se inclinará por lanzar el euro digital, aunque estableciendo restricciones a su uso para evitar posibles impactos en la estabilidad financiera.

Así lo ha señalado durante el debate ‘La nueva estrategia monetaria del BCE: qué herramientas le quedan para sostener el crecimiento’ del Foro Futuro organizado por Cinco Días, en el que ha reflexionado sobre los efectos que el euro digital puede tener sobre la política monetaria del BCE.

El BCE aprobó este verano el lanzamiento de una investigación formal sobre el euro en forma de divisa digital. Tras la fase de investigación, que durará 24 meses, el organismo tendrá que decidir si se implementa o no.

«Si es un sí, que es lo más probable, habrá que ver cuáles son las características de ese euro digital y con qué condiciones lo establecemos», ha recalcado.

En este sentido, Hernández de Cos ha señalado que debe analizarse cuidadosamente el efecto que pueda tener la divisa digital sobre la capacidad de ejecución de la política monetaria, pues «no es obvio».

«Por una parte, uno podía llegar a una conclusión simple, que es que si todos los ciudadanos tienen una cuenta en el banco central, la capacidad de ejecución de políticas monetarias se ve facilitada de manera radical. Pero al mismo tiempo, hay que tener en cuenta qué consecuencias tiene esa potencial decisión para la estabilidad financiera, qué implicaciones tiene para el sector bancario», ha avisado.

En opinión del gobernador, ese análisis llevará a la conclusión de que habrá que establecer «una serie de restricciones al uso del dinero digital, que a su vez puede acabar condicionando el incremento de esa capacidad de ejecución de la política monetaria».

LOS RIESGOS CLIMÁTICOS EN LA SUPERVISIÓN Y POLÍTICA MONETARIA

En otro orden de cosas, el gobernador del Banco de España ha incidido en los riesgos climáticos en el contexto de supervisión bancaria.

Según ha detallado, se están analizando «todas las posibilidades» con un cierto orden, siendo prioritaria la divulgación de la información, pues sin ella resulta difícil dar los siguientes pasos. Además, no descarta que la obligación de publicación de la información por las distintas entidades pueda generar efectos positivos en términos de modificación de los precios relativos.

De Cos ha destacado que la publicación de test de estrés climáticos permite al organismo supervisor avanzar en ese análisis y solicitar a las entidades que incorporen los riesgos climáticos en sus carteras. Según ha apuntado, «eventualmente, una vez iniciada esa discusión, podría haber cambios regulatorios».

En la política monetaria, el punto de partida es también la obligación de divulgación de la información, así como la evaluación de los riesgos dentro de las carteras, que pueden afectar, en último término, a las decisiones de compras de activos, ha señalado el gobernador.

EL MARCO INSTITUCIONAL EUROPEO SIGUE SIENDO INSUFICIENTE

Preguntado por los planteamientos que haría de cara a la próxima revisión de la estrategia del BCE, Hernández de Cos ha asegurado que no echa de menos «nada» y que está centrado en que la acción del Consejo de Gobierno del BCE trate de lograr los objetivos definidos.

Respecto a lo que todavía falta por hacer en el marco institucional, el gobernador del Banco de España ha reconocido que, pese a la mejora en el marco de gobernanza del área euro, «este sigue siendo insuficiente y hay ‘gaps’ que hay que cubrir».

En concreto, se ha referido a la Unión Bancaria y a la falta de un fondo de garantía de depósitos común, que resulta «absolutamente fundamental» para eliminar los riesgos de fragmentación financiera.

«No podemos tener entidades bancarias supervisadas en Fráncfort, que si tienen problemas son resueltas por Bruselas, pero que los potenciales costes fiscales sean individuales de los países. No es sostenible políticamente», ha advertido De Cos, quien ve «fundamental» contar con un mercado «más profundo y más integral», así como con una política fiscal común que ayude al objetivo de estabilización del BCE.

Por último, respecto al alza de la inflación en la zona euro, De Cos opina que será algo transitorio y cree, en cualquier caso, que el BCE está preparado para hacerle frente si persistiera en el tiempo.

En este sentido, ha destacado la ventaja que supone para el objetivo de estabilidad de precios del organismo la nueva meta del 2%, que debe dejar de ser percibido como un límite superior, lo que implica que que el BCE aceptará tasas de inflación superiores a ese objetivo durante un tiempo indeterminado.

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