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Cuatro piezas de idénticas, unos listones, todo ello de madera, y dejar volar la creatividad. Esa es la receta de la escultura que el artista madrileño Juanma Tapia ha ideado para homenajear a los entibadores mineros. «Gracias a su sacrificio han logrado que vivamos un poquito mejor», señaló el artista. Una obra, además, que es interactiva y que el visitante puede mover a su antojo. Lo hicieron, a modo de estreno, los alumnos de primero de la ESO del IES Bernaldo de Quirós de Mieres, que tuvieron la ocasión de crear sus propias esculturas junto al artista en la Casa de Cultura de Mieres.

Nacido en Madrid, Juanma Tapia lleva viniendo a Asturias desde los 18 años. Precisamente en Tapia es donde tiene pensado en breve fijar su residencia. Y ese amor por Asturias y por los mineros es lo que le ha llevado a crear esta escultura atípica, ya que se pueden formar combinaciones casi infinitas. «Pretende ser un homenaje al entibador, a ese oficio que facilitaba el trasiego por la mina del resto de los compañeros y compañeras», explicaba el artista durante el acto. «No me interesaba hacer una escultura fija, porque el entibador no está fijo en la mina, sino que hace una estructura para, a continuación, pasar a hacer otra», apuntó Tapia. Y bajo esa premisa, decidió «hacer una estructura de madera que pueda ir cambiando según las necesidades del entibador, que puede ser cualquiera que visite la obra». «Hacéis vuestra pieza y ya habréis dado un paso en la galería y luego otra persona dará otro paso en la galería», explicaba minutos después a los alumnos del Bernaldo de Quirós, que desconocían el oficio de entibador minero cuando el artista les preguntó por él.

La escultura a escala en primer término, con la reproducción en grande al fondo. A. Velasco


La obra de Juanma Tapia se compone de cuatro piezas «con combinaciones infinitas, según la creatividad y las ganas que tenga el entibador que venga a hacerlo». Y los estudiantes llegaron con ganas de trabajar. Para facilitarles la tarea, tanto a ellos como a los visitantes que lleguen a ver la obra de Juanma Tapia, el artista ha recreado las piezas a escala, de forma que primero «se puedan manipular y jugar en pequeño para que, una vez se tenga la estructura deseada, se pueda pasar y reproducir en la escultura grande».

Y allá que fueron los alumnos a crear sus obras. Los primeros voluntarios elegidos fueron Javier Méndez y José Manuel Lema. Dos compañeros que diseñaron una especie de cerca con las piezas y los listones realizados por Juanma Tapia. Y es que entibar es un trabajo en equipo. Ante las miradas de sus compañeros y una vez terminada su idea a escala, la reprodujeron a tamaño natural ayudados por el artista. Tras ellos lo hicieron los demás alumnos, que demostraron su creatividad.

Juanma Tapia, con los alumnos Javier Méndez y José Manuel Lema, montando su creación. | A. Velasco


El proceso creativo

Juanma Tapia también quiso explicar el proceso de creación de la escultura, para lo que se definió «un poco minero». «Permanentemente salgo a buscar piezas, algo que los los franceses llaman ‘spculture trouvé’, que sería algo así como escultura encontrada», explicaba. «Lo que hago es buscar piezas y dejarlas en el estudio y esas piezas me están dando vueltas en la cabeza», abundó el artista en el proceso creativo. En el caso del homenaje al entibador, fue lo que ocurrió: «En un viaje por las Cuencas supe lo que quería hacer. Pulí la madera, les puse metal y terminé esas piezas pensando en este homenaje al entibador».

Una escultura que Tapia espera que sirva como excusa para que los profesores hablen a sus alumnos de este oficio y no se pierda en la memoria. Él ya ha puesto, al menos, las primeras piezas.

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