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ZARAGOZA, 3 Jun. (EUROPA PRESS) –

El Grupo de Trabajo de la Memoria Histórica, que es un órgano de carácter consultivo, ha mostrado su apoyo de forma mayoritaria, pero no unánime, a resignificar dos calles de Zaragoza, analizar el cambio de otras dos y retirar un título.

Por tanto, una vez recogida la disparidad de posiciones, el acta de la reunión será elevada a los órganos competentes para decidir sobre los cambios: el Gobierno de la ciudad para estudiar si cambia los 14 nombres del callejero, y el pleno municipal para votar si se retira el título de Hijo Adoptivo a Amado Lóriga, a quien se le entregó en 1943.

Además, se informará del acta de la reunión de este jueves a los servicios municipales de Asesoría Jurídica, a la Fundación 14 de Abril y al Gobierno de Aragón.

La radiografía de la situación la ha anunciado la vicealcaldesa de Zaragoza, Sara Fernández, tras la reunión mantenida este jueves por el Grupo de Memoria Histórica, que tiene carácter consultivo y se encarga de estudiar y elaborar propuestas para la asignación o modificación de denominaciones del viario y espacios públicos de la ciudad, así como de todas aquellas cuestiones que estén relacionadas con la Memoria Histórica.

El grupo de trabajo, que se inició en 2020, está presidido Fernández y lo forman personal técnico de los servicios municipales de Información Geográfica, Archivo Municipal y Cultura, así como representantes de todos los grupos municipales. Además, cuenta con tres asesores externos: Guillermo Fatás, Ángel Sesma y Pilar Barranco.

En este momento, el Ayuntamiento de Zaragoza tiene que analizar un listado de quince expedientes que respondían a solicitudes presentadas por el Gobierno de Aragón, a expedientes iniciados por Zaragoza en Común y a solicitudes de la Fundación 14 de Abril.

Los expertos externos del Grupo de Trabajo de la Memoria Histórica ya emitieron un informe donde se descartaba el cambio del nombre de las calles. Después, el Gobierno de Aragón, en abril de 2021, terminaba de hacer sus estudios y remitía al Ayuntamiento sus requerimientos finales, de los que sólo mantenía cinco: resignificar dos calles, cambiar el nombre de otras dos y retirar un título de Hijo Adoptivo.

Llegados a este punto, el Grupo de Trabajo de la Memoria Histórica ha debatido y expresado su opinión respecto a los quince expedientes, uno a uno, para elaborar un acta y elevar su propuesta a los órganos municipales que son competentes para ejercer los cambios oportunos.

Tal y como ha enumerado la vicealcaldesa, VOX ha mostrado su negativa a cambiar las 14 calles y estudiará retirar el título de Hijo Adoptivo; ZeC y Podemos quieren cambiar los 15; PSOE apoya el cambio de los cinco expedientes del Gobierno de Aragón, suma la petición de cambiar la calle de Arzobispo Domenech y se abre a la posibilidad de llegar a un debate sobre los nueve expedientes restantes; y los partidos que forman parte del Gobierno, PP y Ciudadanos, descartan todos los expedientes que no sean los cinco solicitados por el Gobierno de Aragón y, en concreto, apoyan resignificar dos calles, muestran dudas sobre el cambio de otras dos y apoyan la retirada del título a Lóriga.

De esta forma, se prevé que la retirada del título de Hijo Adoptivo de la Ciudad a Amado Lóriga obtendrá un amplio respaldo cuando se lleve este asunto al pleno municipal, que es el órgano competente para quitarlo. Respecto a las calles, la competencia recae en el Gobierno municipal, cuyos grupos municipales que lo conforman ya han avanzado su apoyo a resignificar las calles de Agustina Simón y de Pedro Lázaro.

Asimismo, para saber si se producirá o no el cambio de nombre de las calles Allué Salvador y Calamita Álvarez, habrá que esperar un poco más. Como ha avanzado Sara Fernández, la intención es solicitar al Gobierno de Aragón más datos y detalles, dado que los expertos municipales consideran que los informes autonómicos no son concluyentes y requieren de más información para poder hacer una mejor valoración.

TAPIA CEMENTERIO DE TORRERO

Asimismo, en la reunión mantenido esta mañana por el grupo municipal de trabajo de la Memoria Histórica se ha dado cuenta de un informe sobre el muro del cementerio de Torrero. El informe ha sido elaborado por Ramón Betrán, el jefe del Servicio Técnico de Planificación y Diseño Urbano, profesor universitario y experto en patrimonio municipal, y analiza todo lo relativo a la intención de la Dirección General de Patrimonio Cultural del Gobierno de Aragón de declarar Lugar de la Memoria Democrática a una parte de la tapia del complejo zaragozano de Torrero.

Patrimonio Cultural del Ejecutivo autonómico ha abierto un periodo de información pública para la declaración de la tapia como Bien de Interés Cultural (BIC), en la categoría de Conjunto de Interés Cultural, Lugar de Memoria Democrática de Aragón.

A este respecto, el informe municipal remarca que «pueden decirse que la función del muero que la Comunidad Autónoma se propone calificar como BIC formaba parte de un proceso perfectamente definido que comenzaba en la cárcel de Torrero o en otros lugares de procedencia de los reos capitales y continuaba en distintas dependencias del cementerio, como el depósito de cadáveres y las zanjas de las fosas comunes católica, única hasta 1942, y civil, u otros tipos de sepultura si los allegados reclamaban el cadáver».

No obstante, recuerda y subraya que «a lo largo del periodo 1936-1946 no fue el único lugar de fusilamiento zaragozano y tampoco el más utilizado durante la guerra».

En cuanto a la preservación material del bien, prosigue el informe, en principio «añadiría poco a la protección que le otorga el catálogo municipal, como parte constructiva integrantes del monumento funerario singular denominado Manzanas de nichos a perpetuidad (1924), y como elemento interior al conjunto histórico catalogado en el cementerio de Torrero».

A todo esto, el informe añade que «tampoco convendría olvidar que el muro no es un elemento aislado al valorarlo como Lugar de Memoria, ya que es parte integrante de un mecanismo de mayor escala, como de hecho entendió el Ayuntamiento de Zaragoza al incluirlo en una de sus 6 rutas culturales».

Con todo ello, y dado que el propio Consistorio ya tiene catalogado, protegido y significado el complejo funerario, la vicealcaldesa de Zaragoza ha informado de que «el Gobierno municipal no tiene mucho más que aportar, sino que celebramos que el Gobierno de Aragón sume su catalogación y protección a la ya existente».

En este sentido, el Grupo de Trabajo de Memoria Histórica se ha mostrado igualmente a favor de esta puesta en valor emprendida por la Administración autonómica.

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