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el DiarioSolidario
La trata de menos detectadas se ha triplicado, mientras que la proporción de niños se ha quintuplicado en los últimos 15 años. Las niñas son víctimas con fines de explotación sexual, mientras que los niños son utilizados para trabajos forzados, según el Informe Mundial sobre la Trata de Personas, presentado por la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (ONUDD).
En 2018 se detectaron alrededor de 50.000 víctimas de la trata de personas, denunciadas por 148 países. Sin embargo, dada la naturaleza oculta de este delito, el número real es mucho mayor. El Informe muestra que los traficantes se dirigen especialmente a los más vulnerables, como los migrantes y las personas sin empleo. Es probable que la recesión inducida por el Covid-19 exponga a más personas al riesgo de la trata.
“Millones de mujeres, niños y hombres de todo el mundo están sin trabajo, sin escuela y sin apoyo social en la continua crisis de Covid-19, lo que les hace correr un mayor riesgo de trata de personas. Necesitamos una acción específica para impedir que los traficantes criminales se aprovechen de la pandemia para explotar a las personas vulnerables”, ha asegurado la directora ejecutiva de la ONUDD, Ghada Waly.
Perfil de las víctimas
Las víctimas femeninas son el principal objetivo. De cada diez casos detectados en el mundo en 2018, unas cinco eran mujeres adultas y dos eran niñas. Alrededor del 20% hombres adultos y el 15% varones jóvenes.
En los últimos 15 años, el número de afectados ha aumentado, mientras que su perfil ha cambiado. La proporción de mujeres adultas se redujo de más del 70% a menos del 50% en 2018, mientras que la proporción de niños detectados ha aumentado, de alrededor del 10% a más del 30%. En el mismo período, la proporción de hombres adultos casi se ha duplicado, pasando de alrededor del 10% al 20% en el mismo año.
En general, el 50% de las víctimas detectadas fueron con fines de explotación sexual, el 38% explotadas para trabajo forzoso, el 6% sometidas a actividades delictivas forzadas, mientras que el 1% coaccionadas para la mendicidad y un número menor para matrimonios obligatorios, extracción de órganos y otros fines.
Las personas explotadas en trabajos forzados han aumentado de forma constante durante más de una década, en una amplia gama de sectores económicos, especialmente en aquellos en los que el trabajo se realiza en circunstancias aisladas, como la agricultura, la construcción, la pesca, la minería y el trabajo doméstico.
Perfil de los delincuentes
A nivel mundial, la mayoría de las personas procesadas y condenadas son hombres, con alrededor del 64 y el 62% respectivamente. Los delincuentes pueden ser miembros de grupos de delincuencia organizada, que trafican con la gran mayoría de las víctimas, hasta individuos que operan por su cuenta o en pequeños grupos de forma oportunista.
Entre las organizaciones identificadas se encuentran La Mara Salvatrucha en América Central, Supreme Eiye Confraternity en Francia, Crips en Estados Unidos. Sus estructuras y modus operandi son imitados en diferentes países europeos y en Sur América.
Los traficantes ven a sus víctimas como mercancías sin tener en cuenta la dignidad y los derechos humanos. Venden a sus congéneres por un precio que puede oscilar entre decenas de euros y decenas de miles. Las grandes organizaciones criminales obtienen los mayores ingresos.
Los traficantes han integrado la tecnología en su modelo de negocio en todas las fases del proceso, desde la captación hasta la explotación de las víctimas. Los traficantes abordan a los menores a través de las redes sociales y son un objetivo fácil en su búsqueda de aceptación, atención o amistad.
La UNODC ha identificado dos tipos de estrategias: La “caza”, en la que el traficante persigue activamente a una víctima, normalmente en las redes sociales, y la “pesca”, en la que los autores publican anuncios de trabajo y esperan a que las víctimas potenciales respondan. Internet permite a los traficantes retransmitir en directo la explotación de sus víctimas, lo que posibilita el abuso simultáneo de una víctima por parte de muchos consumidores de todo el mundo.
Flujos de la trata
A partir de los datos recogidos en 148 países, la ONUDD pudo registrar 534 flujos de trata diferentes en todo el mundo, aunque las víctimas suelen ser objeto de explotación dentro de zonas geográficamente cercanas. Un ejemplo típico es el de las chicas reclutadas en una área suburbana y explotadas en moteles o bares próximos. A nivel mundial, el rescate de las víctimas se realiza en sus países de origen.
La ONUDD elabora cada dos años “El Informe Mundial sobre la Trata de Personas” con el fin de informar sobre una respuesta eficaz a este delito y situarlo en el contexto de la Agenda de Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas. La edición de 2020 incluye datos de la mayor base de datos del mundo sobre víctimas de la trata, que recopila cifras de fuentes oficiales de 148 países. También analiza 489 casos judiciales de 71 países diferentes, proporcionando más información cualitativa sobre los autores y las características de este delito.
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