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El Pacto Europeo de Migraciones y Asilo, presentado el miércoles 23 en Bruselas, convierte los movimientos migratorios humanos en delitos. Las personas migrantes pasan a considerarse potenciales delincuentes que deben ser identificados, rastreados en el caso de fugas, detenidos y retornados a los países de origen. Todo esto sin tener en cuenta las circunstancias por las que estas personas han llegado hasta nuestras fronteras. Así lo denuncia Alianza por la Solidaridad-ActionAid, que constata que no se han tenido en cuenta la perspectiva de los derechos humanos, tan sólo mencionados expresamente en una nota a pie de página en el pacto.

Tras un primer análisis del documento, la organización ha comprobado que en el pacto hay una sola mención genérica a “asegurar los derechos de migrantes y refugiados” y otra a los refugiados. Sin embargo, se incluyen cinco al “no derecho” a estar en suelo europeo. El reiterado uso de las palabras “sin costuras” en torno a la gestión de migraciones y asilo, con muchos nuevos instrumentos que deberán ponerse en marcha en un corto y medio plazo, refuerza el concepto de una “Europa Fortaleza”. Esto, no sólo no mejora la fallida situación actual, sino que se lanza como un aviso para desmotivar a potenciales migrantes y solicitantes de asilo.

La cifra de personas refugiadas acogidas en Europa no llega al 1% de la población total

Los datos de la propia UE reflejan que las personas migrantes y refugiadas son una minoría en Europa. En 2019, la UE ha acogido a 2,6 millones de personas refugiadas, el 0,6% del total de la población de la UE. Y las personas sin nacionalidad comunitaria residiendo en los estados miembros de manera regular representan sólo el 4,7% del total. Los cruces fronterizos por vías no regulares fueron 142.000, frente a los casi dos millones de 2015, en el peor momento de la crisis humanitaria en Europa. Lo que no ofrece el Pacto son los datos de las ‘devoluciones en caliente’ a países no seguros. Libia, Turquía o Marruecos, en el caso de España, son algunos ejemplos. Tampoco el número de las miles de personas migrantes y refugiadas privadas de su libertad retenidas en campos o centros de internamiento a lo largo de todo el territorio de la Unión Europea.

En general, el mundo vive profundas crisis económicas y sociales. Han aumentado las restricciones a las libertades en muchos países. Ha empeorado la situación humanitaria de muchas zonas debido al COVID. Se ha agravado la emergencia climática. En este contexto, es inadmisible que la UE, que en sus discursos defiende la solidaridad global, apruebe este tipo de medidas.

Medidas que chocan con el respeto a los Derechos Humanos

  1. En países de origen y tránsito se reconoce la complejidad de las migraciones. Sin embargo, se acuerda aumentar la colaboración con estos países para evitar que las personas migren . El Pacto si deja claro que el apoyo y las ayudas que se ofrecen desde la UE se destinarán de manera prioritaria a los principales países “emisores”. También a los países que colaboren con la UE en los programas de readmisión y retorno. Asimismo se mencionan ‘inversiones europeas’ en estos terceros países (lo que puede conllevar, extracción de recursos naturales, en lugar de fomentar su desarrollo). Por último, menciona que es preciso un mejor uso de “remesas”. Alianza recuerda que éstas son enviadas por los migrantes a sus familias y los Estados no pueden intervenir en ellas. Por otro lado, para la ONG la mención a utilizar los visados para ‘negociar’ con los países terceros que no colaboren en las devoluciones es absolutamente inaceptable.
  2. Se pondrá en marcha un sistema “sólido” de gestión de la frontera exterior europea. Contará con una ampliada Guardia Europea de Fronteras y Costas, compuesta por 10.000 personas, barcos y otros instrumentos. Es decir, un Frontex fortalecido que podría devolver a las personas poniendo en riesgo su vida y, a la vez, generar nuevos ‘puntos calientes’ (hotspot) como Moria. Centros supuestamente de recepción e identificación rápidas que acaben dejando en un limbo a miles de personas malviviendo durante años.
  3. Se habla de un nuevo mecanismo de solidaridad entre países europeos flexible y basado en el ‘patrocino de la reubicación o el retorno” de las personas migrantes o solicitantes de asilo. Esto se traduce en que los países ‘frontera’ (como Italia, Grecia o España) recibirán ayudas del resto de países para gestionar las devoluciones en el más corto plazo posible.

Personas refugiadas, trabajadores esenciales durante la pandemia

Todo ello viene en el mismo Pacto Europeo de Migraciones y Asilo que reconoce el papel fundamental que tienen las personas migrantes en la UE. Se destaca la necesidad de atraer talento de fuera, que es precisamente lo que se necesita en muchos países de origen. A la vez, se penaliza a quienes contraten a migrantes sin documentación. Sin embargo, cientos de miles ya están asentados en muchos países y el Pacto no incluye mecanismos para su plena inclusión.

Cabe recordar que en España, miles de personas migrantes en situación irregular son responsables de buena parte de la recogida de fruta o del cuidado a personas dependientes. Además, han sido reconocidos como trabajadores esenciales durante la pandemia del coronavirus. En este marco de visibilización social, la campaña #RegularizacionYa ha presentado en el Congreso una Proposición No de Ley reclamando su regularización.

“Este pacto es un tremendo paso atrás. No nos sorprende pero es inaceptable. Supondrá el blindaje de la UE, aumentará la vulnerabilidad y la explotación de quienes ya están aquí y provocará una proliferación de inhumanos campamentos como el que hemos visto arder en Moria. Vivimos un momento en el que era de esperar un compromiso europeo con quienes sufren las consecuencias de nuestros actos, de nuestra contaminación, de una globalización de la que sólo les llega la parte negativa, de la inacción frente a sus gobiernos fallidos, pero no ha sido así. Al final, tratamos a los migrantes como delincuentes”, señala Jara Henar, responsable de Migraciones en Alianza por la Solidaridad-ActionAid

The New European Pact on Migration and Asylum violates human rights and reinforces the «Fortress Europe»

Le Nouveau Pacte Européen sur la Migration et l’Asile viole les droits de l’homme et renforce l’« Europe Forteresse »



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