[ad_1]

Ankara denuncia la presencia de «bandas criminales armenias» para justificar la respuesta del Imperio Otomano en 1915

MADRID, 26 Abr. (EUROPA PRESS) –

El presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, ha arremetido de nuevo contra el reciente reconocimiento por parte de Estados Unidos del genocidio armenio de princpios del siglo XX y ha afirmado que es una decisión «infundada» y «contraria a los hechos».

«La declaración sesgada del presidente estadounidenses Biden sobre los hechos de 1915 es destructiva para las relaciones bilaterales turco-estadounidenses. Creemos que las palabras del señor Biden se deben a las presiones de personalidades armenias radicales», ha apuntado Erdogan, según recoge la prensa turca.

«Investigar los acontecimientos históricos y revelar la verdad es algo que debe dejarse a los expertos, a los historiadores, no a los políticos», ha argumentado, al tiempo que ha recordado su propuesta de crear una comisión histórica conjunta sobre estos hechos.

Así, ha emplazado a las autoridades estadounidenses a «venir a Turquía y comprobar nuestras pruebas con respecto a 1915». «Hablo basándome en pruebas, no como (el presidente estadounidense, Joe) Biden. Tenemos más de un millón de documentos en nuestros archivos relacionados con los hechos de 1915. Me pregunto cuántos documentos tiene Estados Unidos», ha planteado.

«Bandas armenias de al menos entre 150.000 y 300.000 personas, perpetraron matanzas en territorio turco. Más aún, se asociaron con las fuerzas rusas para combatir contra nosotros. Las autoridades otomanas tomaron precauciones», ha explicado.

Para Erdogan «el reasentamiento de armenios dentro del Imperio Otomano no fue una deportación a otro país». «Se les dio una semana para prepararse y quienes tuvieran un motivo válido no tenían obligación de desplazarse», ha apuntado, al tiempo que ha asegurado que fueron muchos menos los desplazados que los 600.000 que denuncia Washington.

Además, Erdogan ha recordado los «crímenes» de Estados Unidos, como la Guerra de Vietnam o las armas nucleares lanzadas sobre Japón, incidentes que podrían haber sido denominados como «genocidio».

«No tenemos nada que aprender de nadie sobre nuestro propio pasado. El oportunismo político es la mayor traición a la paz y la justicia. Rechazamos esta declaración, basada únicamente en el populismo», ha remachado por su parte el ministro de Asuntos Exteriores, Ahmet Cavusoglu, a través de un mensaje publicado en Twitter.

A DECLARACIÓN DE GENOCIDIO POR EEUU

La declaración de Biden no tiene precedentes en lo que ha un presidente norteamericano se refieren desde hace 40 años. «Cada año, en este día, recordamos las vidas de todos los que murieron en el genocidio armenio de la era otomana y volvemos a comprometernos a evitar que esa atrocidad vuelva a ocurrir», hizo saber Biden en un comunicado emitido el 24 de abril con motivo de la conmemoración del Día del Recuerdo de Armenia.

La declaración tiene un alcance extraordinario porque el Gobierno turco se ha negado siempre a reconocer con esta denominación concreta las muertes de aproximadamente un millón y medio de armenios entre 1915 y 1916 a manos de los otomanos.

«Honramos su historia. Reconocemos su dolor. Afirmamos su historia. No repartimos culpa pero queremos asegurarnos de que lo que ha ocurrido no vuelve a pasar», ha añadido el presidente norteamericano.

«El pueblo estadounidense honra a todos los armenios que murieron en el genocidio que comenzó hoy hace 106 años», ha reiterado el presidente estadounidense. «Mientras lloramos lo perdido, volvamos también nuestros ojos hacia el futuro, hacia el mundo que deseamos construir para nuestros hijos; un mundo sin mácula por los males cotidianos del fanatismo y la intolerancia, donde se respetan los derechos humanos y donde todas las personas pueden llevar su vida con dignidad y seguridad», ha añadido.

Ronald Reagan fue el último presidente de Estados Unidos que calificó las atrocidades cometidas contra los armenios como un genocidio, en 1981. No obstante, acabó dando marcha atrás tras recibir presiones de Turquía, ya como estado sucesor del Imperio Otomano.

[ad_2]

Source link