¿Estaría España preparada para un ciberataque a gran escala?

Son muchos los que creen que la tercera guerra mundial será cibernética. Pero no por digital tiene por qué ser menos cruenta. ¿Estaría España preparada para un ciberataque a gran escala?.

Aunque con apenas consecuencias, la banda de hackers rusos NoName057 se dio un “baño de titulares en los medios” hace unos días con una oleada de ciberataques contra las webs de Moncloa y el ministerio de Economía, así como contra varias instituciones de la ciudad de Granada, coincidiendo con la cumbre informal de la Unión Europea.

Pero, ¿cómo fue?, utilizando una técnica de denegación de servicio (DDoS), que implica el envío masivo de tráfico a uno o varios sitios web para colapsar sus servidores. Es importante destacar que los efectos de este tipo de ataque se limitan a la interrupción de la navegación en las páginas web institucionales afectadas y no tienen consecuencias más allá de ese punto.

Ciberseguridad militar, ¿está España preparada para un ciberataque?

“El espionaje toma una nueva dimensión en este mundo hiperconectado, pero no es, siquiera, la amenaza más grave. Una invasión militar digital puede llegar a ser un verdadero problema”, afirma Hervé Lambert Global Consumer Operations Manager de Panda Security.

Ciberataque a gran escala

Existe la posibilidad real de que se produzcan ataques informáticos con consecuencias graves y profundas, y se ha planteado que la próxima guerra mundial podría ser cibernética. A pesar de que los ataques cibernéticos pueden parecer menos visibles que los ataques físicos, tienen el potencial de causar un daño significativo, tanto en términos de interrupción de servicios como de daño a la infraestructura.

Un ejemplo de esto es el caso del software espía Pegasus, que se utilizó para infectar dispositivos móviles de figuras políticas de alto nivel, y recientemente se ha informado sobre ataques a iPhones de militares estadounidenses.

Estos eventos subrayan la importancia de la ciberseguridad en un mundo cada vez más digitalizado y la necesidad de protegerse contra amenazas cibernéticas, como las vulnerabilidades de día cero.