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El papa Francisco aseguró este miércoles que «en la historia, aún hoy, existe una esclavitud de la mujer» y destacó que «las mujeres no tienen las mismas oportunidades que los hombres», durante la audiencia general celebrada en el aula Pablo VI del Vaticano.

El pontífice argentino dedicó hoy su catequesis a un llamamiento a los cristianos a la unidad, a no a crear separaciones sociales y diferencias entre los dos sexos o entre personas de diferentes religiones, pero también recordó a los nuevos esclavos de hoy y cómo las mujeres no tienen las mismas oportunidades.

«¡Cuántas veces escuchamos expresiones que desprecian a las mujeres! Cuántas veces hemos escuchado: ‘Pero no, no hagas nada, son cosas de mujeres'», dijo Francisco.

«El hombre y la mujer tienen la misma dignidad, y en la historia, incluso hoy, hay una esclavitud de la mujer: las mujeres no tienen las mismas oportunidades que los hombres. Debemos leer lo que dice Pablo: somos iguales en Cristo Jesús», agregó.

En los últimos años, el Papa ha dado muestra de su apuesta por la igualdad de género y ha aumentado el protagonismo de las mujeres dentro de la Iglesia. Por ejemplo, en enero de este año permitió, a través de un «motu proprio» (documento pontificio) que introduce cambios en el actual Código de Derecho Canónico, que las mujeres puedan leer la Palabra de Dios, ayudar en el altar durante las misas y distribuir la comunión.

Si bien colectivos de mujeres dentro de la Iglesia lo consideraron insuficiente ya que aún se les veta el sacerdocio, se trató de un paso enorme para reconocer la labor de muchas mujeres, que ya hacían ese tipo de tareas en los lugares donde faltan sacerdotes.

Los nuevos esclavos

Este miércoles, Francisco también habló de las diferencias que en la antigüedad tenían esclavos y hombres libres y destacó que «esto también pasa hoy: tanta gente en el mundo, muchos, millones, que no tienen derecho a comer, no tienen derecho a educación, no tienen derecho a trabajar».

«Son los nuevos esclavos, son los que están en la periferia, que son explotados de todos. Negamos a estas personas la dignidad humana», añadió.

Asimismo, destacó que «todos los hombres y mujeres son hijos de Dios, todos, sea cual sea la religión que tengamos».

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