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La Universidad Laboral, de Gijón, acogerá los próximos días 29 y 30 la vigésimo sexta edición del Congreso de la Sociedad Española de Investigaciones Quirúrgicas (SEIQ). Este evento estaba programado inicialmente para el año 2020, pero la llegada de la pandemia de covid-19 alteró lo planes y transformó el encuentro presencial en una reunión virtual que se celebró en 2021 y que, a juicio de sus promotores, obtuvo unos resultados muy satisfactorios: más de 200 comunicaciones y en torno a 700 inscritos de 28 nacionalidades. Superada la fase más compleja de la crisis sanitaria, la reunión se llevará a cabo en el formato tradicional, pero con posibilidades de conexión telemática, principalmente pensada para el ámbito latinoamericano. Se prevé la asistencia de un centenar de participantes, entre médicos, enfermeras y especialistas de otras disciplinas relacionadas.

LA NUEVA ESPAÑA ha recogido las valoraciones de José Luis Rodicio Miravalles, presidente del comité organizador y cirujano del Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA), y de José Carlos Fernández Fernández, presidente del comité científico y jefe del servicio de Cirugía General del Hospital Universitario de Cabueñes (Gijón).

¿Qué datos y características del congreso consideran más reseñables?

JOSÉ LUIS RODICIO (J. L. R.): Lo más destacado es que se trata de un congreso diferente, por su carácter transversal. Incluye las especialidades relacionadas con la cirugía, tanto de enfermería como de medicina, a todos los estudiantes del sector sanitario, y también a los de otras disciplinas, como la ingeniería, con los que cada vez necesitamos trabajar más en común. El entorno de la Laboral, en la «milla del conocimiento», donde se desarrolla buena parte de la actividad de I+D+I de Asturias, y al lado de la Universidad Politécnica, constituyen el lugar perfecto para organizar un congreso de estas características. En definitiva, todo aquel interesado en la investigación, la innovación, la formación y la cirugía va a encontrar en este congreso una muy buena fuente de aprendizaje y de inspiración.

José Carlos Fernández (J. C. F.): Es un punto de encuentro multidisciplinar: cirujanos, enfermeras, ingenieros, etcétera, para hablar sobre innovación e investigación en cirugía.

Ustedes quieren dar al congreso un enfoque más directamente dirigido a los pacientes, a la sociedad. ¿Qué mensajes consideran más relevantes para los ciudadanos de a pie?

J. L. R.: Es importante en el entorno de estos eventos que encontremos un lugar no solo en el que podamos transmitir lo que se está tratando, sino también dar participación a gente ajena al congreso pero que, de alguna manera, está interesada. Por ello, hemos organizado dos sesiones abiertas: una sobre cirugía robótica y la otra en torno al paciente. En esas mesas contaremos con la participación de ponentes de mucha experiencia, entre ellos el doctor Julio Mayol, presidente de la SEIQ y probablemente el cirujano que mejor comunica en la actualidad y que mejor conocimiento global tiene de ambos temas.

J. C. F.: La sociedad debe saber que la investigación y la innovación permiten que la salud mejore, pero que todo debe ir ligado a una humanización de la medicina.

¿Cómo valoran el nivel global de la cirugía que se practica en Asturias?

J. C. F.: En Asturias hay una muy buena cirugía y unos fantásticos profesionales. Yo le pondría un notable alto. Nos falta dar un salto al sobresaliente; y espero que podamos conseguirlo con la robótica.

J. L. R.: A nivel global, muy buena valoración. Destaca el recambio generacional, que viene muy bien formado y en un entorno de cirugía mínimamente invasiva, lo que garantiza buena cirugía por muchos años. 

¿Qué debe esperarse de la incorporación de la cirugía robotizada a la sanidad pública asturiana? 

J. C. F.: Esperamos recortar la ventaja que nos llevan en otras comunidades, y dar en poco tiempo ese salto cuantitativo y cualitativo para estar a su nivel. Confío en que a principios del próximo año podamos estar formándonos y en primavera comenzar a operar con robot.

J. L. R.: Debe esperarse progreso. Pero el debate quizá está ahora en la elección del modelo, y de eso vamos a hablar en la SEIQ.

¿Resulta fácil para un cirujano investigar?

J. L. R.: No es fácil, la verdad. En especialidades quirúrgicas, en general hay poco espacio para la investigación. Tanto en el periodo de formación como a lo largo de la vida laboral estamos muy condicionados por nuestra actividad asistencial. La figura del cirujano investigador o la posibilidad de dedicar un tiempo de tu carrera a la investigación de manera reconocida y remunerada, como existe en otros países, aquí es muy difícil de conseguir. Sin duda, la investigación y la innovación nos hacen mejores profesionales. Detrás hay algo que te empuja a mejorar las cosas.

J. C. F.: La investigación en cirugía es un acto heroico. Casi siempre es en nuestro tiempo libre, porque la presión de la actividad asistencial y de guardias nos consume nuestra jornada laboral.

¿Qué puede hacerse para aumentar la innovación en los ámbitos quirúrgicos?

J. L. R.: El primer paso es acudir a congresos como este de Gijón. Y los siguientes se están dando. Cada día vemos más proximidad entre la medicina y la ingeniería. Desde el Hospital Universitario de Cabueñes con la Universidad Politécnica, y desde el HUCA a través de la FINBA y el ISPA, se van creando vínculos de innovación. También hay iniciativas desde distintos servicios que ponen de manifiesto que hay mucho interés por la investigación y la innovación en Asturias. Pero un buen comienzo sería facilitar tiempo, reconocimiento y financiación para esta labor y no limitarla a los grandes hospitales. Hay mucho talento en los comarcales.

J. C. F.: Por una parte, hay que mejorar la poca relación que existe entre la Universidad y el Parque Tecnológico con la empresa y el hospital. Por otra, impulsar la formación continuada de los profesionales.

¿En qué medida el éxito de la cirugía se fundamenta en el equipo completo? 

J. C. F.: No es posible el éxito en cirugía sin un equipo. Y no sólo me refiero a un equipo de cirujanos, sino a enfermeras, auxiliares (TCAE), celadores, etcétera. La cirugía del siglo XXI es una cirugía multidisciplinar.

J. L. R.: El éxito es la suma de pequeños detalles que debemos cuidar, cada uno en su papel. Hay mucha gente implicada desde que el paciente es valorado por su médico de cabecera hasta que es dado de alta. Que las cosas funcionen correctamente es cuestión de equipo.

¿Y qué características ha de tener un buen equipo quirúrgico?  

J. C. F.: Mucha formación teórico-práctica. Pero todo ello, sin humanización, no tiene sentido. El paciente es el centro de nuestro trabajo.

J. L. R.: Que las decisiones sean consensuadas, actualización, realizar el mismo procedimiento de la misma manera, medir los resultados y hacer partícipe al paciente de todo el proceso. 

¿Cómo se distribuyen los roles en un equipo? 

J. C. F.: Por capacidades y formación. Y pensando que, aunque haya áreas que gusten menos, no por ello son menos importantes ni se pueden dejar de lado.

J. L. R.: Probablemente esta sea la labor más compleja para cualquier jefe: el reparto de tareas. Al margen de esto, hay una tendencia lógica a realizar una distribución por afinidades y capacitación para conseguir el mejor resultado, que al final es lo que perseguimos todos. 

De manera global, ¿cuáles han sido los avances más relevantes en materia quirúrgica en los últimos tiempos?

J. L. R.: Para contestar a esta pregunta lo mejor sería que viesen a través del canal de YouTube de la SEIQ la charla que dio el doctor Lacy, probablemente el cirujano más destacado a nivel mundial en formación a través de su canal AIS, participando en la mesa de Cirugía 4.0 en el congreso virtual que organizamos el año pasado. En esa sesión hizo un repaso de la evolución de la cirugía realmente extraordinario. Resumiendo, podemos mencionar la evolución de la cirugía mínimamente invasiva, los cuidados perioperatorios, la cirugía robótica, la formación y la comunicación basada en nuevas tecnologías y redes sociales, como epígrafes más destacados, aparte de los avances que se registran cada día en las distintas disciplinas.

J. C. F.: Sin duda alguna, la cirugía mínimamente invasiva ha sido el principal avance. Después, se pueden citar muchos: cirugía mayor ambulatoria, cuidados de enfermería, vía RICA (Recuperación intensificada en Cirugía Abdominal), trasplantes, suturas mecánicas… Está claro que la cirugía ha avanzado a lo largo de su historia gracias a los avances tecnológicos. Los profesionales, en su día a día, han conseguido ir mejorando esos avances. Sin esa relación bidireccional, no sería posible avanzar.

¿Y cuáles pueden ser los avances más relevantes en la próxima década?

J. L. R.: Es difícil hacer previsiones en un entorno tan dinámico. En el año 2011, se celebró este mismo congreso en Oviedo, organizado por el profesor Barneo, que ha sido desde el inicio el enlace de la SEIQ con Asturias. En aquel entonces, asistimos a una charla de mini robots realmente fascinante, pero que hasta el momento no han trascendido a la práctica clínica. Como decía un antiguo jefe de Cirugía General, lo más probable es que quién sabe. Pero vamos a poder asistir a ponencias muy interesantes que nos pueden ayudar a ver por donde irán los avances, hablando del metaverso, de inteligencia artificial, robótica, big data, telemedicina, redes sociales, simulación… Van a tratarse temas clave para la próxima década. 

J. C. F.: En el futuro próximo tendrá un gran protagonismo la cirugía robótica unida a la inteligencia artificial. Además de los progresos que se produzcan en otros campos que influyen en la cirugía, como radiodiagnóstico, oncología, anestesiología…

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