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El músico Joan Miquel Oliver, junto a Blau, han decidido hacer un regalo -y regalarse, al mismo tiempo- a los seguidores del mallorquín con el lanzamiento de una edición limitada en vinilo de Surfistes en càmera lenta, el primer disco en solitario de Oliver que cumple ahora 15 años. El disco, que puede reservarse ya en las redes del cantante, verá la luz el próximo 19 de marzo, y es la antesala de una gira que arrancará en Barcelona el 8 de abril.

Desde su segunda casa, el Espai Xocolat, Oliver dio algunos detalles del que podría ser uno de sus discos más personales. Como él mismo señala, «es mi letra y son mis dibujos los que decoran el disco», y, al mismo tiempo, se trata de su primer álbum en solitairo, uno que ha descrito como «muy improvisado y hecho al aire».

Con el paso del tiempo no cabe duda de que la música de Oliver ha cambiado. Él mismo explica que «he evolucionado mucho», no obstante esto no implica que lo anterior fuera peor, sino que «me doy cuenta de que mi música es más elaborada y complicada» lo que implica que «a veces se pierdan cosas precisas y concretas» fruto de «una música más sencilla», y confiesa que no saber si sería capaz de hacer un disco igual: «Es tan fácil que es muy difícil».

Sobre el valor del vinilo, Oliver también enfatizó su carácter de «real» y de «ser algo físico que está ocurriendo en ese momento», lo que «obliga a escucharlo de otra manera», en relación a los formatos digitales. Sin obviar que «supone un retorno del dinero que se nos expropia a los músicos en formatos como Spotify», algo que «mucha gente sabe y por eso se compran tantos ahora».

En ello coincide Miquel Àngel Sancho, de Xocolat, quien afirmó que «hace unos años no esperaba que fuera a subir tanto el mercado de vinilos» y ahora «el 70% de lo que tenemos es vinilo». Por otro lado, tanto Sancho como Oliver recordaron aquella primera actuación en el Teatre Sans de Oliver en la que «estaba muy nervioso y afónico porque había ensayado toda la semana y no podía aguantar tanto tiempo cantando».

De hecho, por miedo a que no viniera mucha gente, «sorteamos un jamón que teníamos colgado en el escenario», relataron y que acabó «como pie del micrófono». Ahora, la gira de Oliver, que le traerá de vuelta al Teatre Principal de Palma el próximo 25 de abril, probablemente sea sin jamón, pero con el mismo buen ambiente y amor por el arte de un auténtico músico de raza.

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