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Portugal asume este viernes la presidencia semestral de turno de la Unión Europea (UE) con el impulso del pilar social y el relanzamiento de la política exterior como ejes prioritarios, pero también con asuntos complejos que quedaron pendientes y que hereda de la gestión de Alemania.

Y no solo eso, el primer ministro portugués, Antonio Costa, tendrá que dar continuidad a los grandes hitos con los que la canciller Angela Merkel cerró en su mandato europeo.

Grandes logros alcanzados en la recta final de 2020 son el acuerdo de inversiones con China, el «divorcio amistoso» con Reino Unido y la puesta en marcha del fondo de recuperación europeo, ratificado en diciembre con la controvertida cláusula que los liga al respeto al Estado de Derecho y que se espera que Polonia y Hungría recurran ante la justicia europea.

De modo que a Lisboa le va a tocar concretar el acuerdo de principio que abrirá el mercado chino a las empresas europeas; cerrar los flecos del acuerdo de asociación con los británicos, tratar de ratificar Mercosur y modernizar el que tiene con Chile.

Además se ha marcado el reto de impulsar el acuerdo comercial que la UE negocia con la India, el otro gigante asiático.

En las relaciones transatlánticas, a Costa le toca marcar también el nuevo rumbo en las relaciones con Estados Unidos con la llegada este 20 de enero del nuevo inquilino a la Casa Blanca, el demócrata Joe Biden; y en el Mediterráneo Oriental lidiar con Turquía.

Y eso en medio de una pandemia que lo tiñe todo de incertidumbre, aunque empieza a nacer la esperanza de nuevas licencias de uso para otras vacunas, además de la de Pfizer/BioNTech.

Estos son algunos temas que «hereda» Portugal para este semestre:

Coronavirus

La Unión Europea tendrá que seguir profundizando en la coordinación de la respuesta de los Veintisiete ante a pandemia de coronavirus, mientras que no se esperan cambios significativos en términos de inmunidad de grupo en los primeros meses de las campañas de vacunación.

Los países, en concreto, se han comprometido a coordinar sus esfuerzos cuando llegue el momento de levantar las restricciones, mientras intentan mejorar los intercambios automáticos de información.

El 2021 será también el año en el que probablemente se vayan aprobando más vacunas en la UE, empezando por la de Moderna a inicios de enero, y el ejercicio en el que se espera que se pueda controlar casi definitivamente la pandemia.

En paralelo, Bruselas tendrá que ir avanzando en la incipiente Unión Europea de la Salud, por ahora una declaración de intenciones que pretende reforzar sanitariamente a la UE de cara a futuras emergencias y pandemias.

Economía

El primer semestre estará marcado por la puesta en marcha del fondo de recuperación europeo. Los países tendrán que presentar antes de finales de abril a la Comisión Europea sus planes para invertir la asignación que le corresponde, que deberán recibir luz verde de Bruselas y del resto de socios.

Además, el Ejecutivo comunitario tendrá que seguir con las emisiones de deuda para financiar el fondo contra el paro por la pandemia, SURE, y preparar su estrategia para captar los 750.000 millones de euros con que estará dotado el fondo. Ello siempre y cuando se supere la ratificación del mismo en los parlamentos nacionales, también en los próximos meses.

Fiscalidad

La Comisión empezará a trabajar en una nueva propuesta para introducir una tasa digital en la UE. Aunque el objetivo de los Veintisiete sigue siendo lograr un consenso global en la OCDE para aplicar este tipo de impuesto, la UE está decidida a implementar su propia tasa si para mediados de 2021 no hay acuerdo internacional.

Industria

Bruselas prevé actualizar además su nueva estrategia industrial, así como seguir trabajando para el control de los subsidios extranjeros en la UE, con nuevas iniciativas en materia de licitaciones públicas y competencia justa en el primer semestre del año. Estas se enmarcan en los esfuerzos de la UE para mejorar su autonomía estratégica con respecto a terceros países.

Crisis climática

Tras aprobar en 2020 un objetivo político de reducción de emisiones en 2030 de «al menos el 55 %», el Consejo, la Comisión y la Eurocámara tendrán que negociar a lo largo de 2021 el texto legal definitivo. Se espera que la dimensión climática, uno de las piedras angulares de la futura acción de la UE, vaya ganando peso en todas las políticas que vayas diseñándose en Bruselas, desde la agricultura a la diplomacia.

Agricultura

Proseguirán los preparativos de la próxima Política Agrícola Común (2023-2027).Los estados miembros empezarán a enviar a la Comisión Europea en los primeros meses del año sus planes estratégicos nacionales, con los que pretenden adaptar su producción a los objetivos de la próxima PAC, que incluyen ambiciosas metas en materia de sostenibilidad y respeto al medio ambiente.

Migración

La presidencia portuguesa del Consejo «heredará» la negociación del pacto europeo de migración y asilo, uno de las prioridades de la Comisión Europea, después de que Alemania no haya logrado un acuerdo político sobre los elementos esenciales de ese plan.

Reforma de Schengen

En 2020 la Comisión Europea anunció su plan de revisar el espacio de libre circulación Schengen para detectar los motivos del cierre de las fronteras entre los países europeos, cada vez más frecuente desde los atentados de 2015 y corregir los problemas detectados. Bruselas tiene previsto presentar una estrategia en mayo de 2021.

Transporte

El 2021 será el Año del Tren en Europa, una declaración de intenciones sobre el camino a seguir de cara a una movilidad climáticamente sostenible.

El sector del transporte será objeto de varias revisiones legislativas a lo largo del año, especialmente a partir de junio, cuando se espera que se conozcan las propuestas de la Comisión Europea para incluir el transporte marítimo en el sistema ETS de comercio de emisiones y para actualizar los estándares para que los coches sean menos contaminantes.

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