[ad_1]

El amoníaco producido en los desechos de las vacas no contribuye directamente al cambio climático global, pero cuando se filtra en la tierra, unos microbios comunes lo convierten en óxido nitroso, el tercer gas de efecto invernadero más importante después del metano y el dióxido de carbono. La ganadería es una de las mayores fuentes de emisiones de amoníaco.

 

En una granja en la que las vacas defecan y orinan en cualquier sitio mientras pastan, la acumulación y propagación de los residuos suele contaminar el suelo y hasta los cursos de agua locales. Esto puede evitarse confinando a las vacas en establos, pero en estos espacios cerrados su orina y heces dejados descontroladamente por doquier acaban liberando amoníaco.

 

Una nueva y llamativa investigación ha demostrado que es posible amaestrar a las vacas para que, al igual que hacen animales domésticos como perros y gatos, hagan sus necesidades siempre en un mismo sitio, a modo de letrina. La única diferencia destacable es que, por el tamaño corporal de estos animales, la letrina no puede ser una simple caja de serrín, sino una instalación más grande y compleja.

 

Es común la suposición de que las vacas no son capaces de controlar su defecación ni su micción. Sin embargo, tal como ha demostrado el equipo de Jan Langbein, experto en psicología animal del Instituto de Investigación para la Biología de los Animales de Granja en Alemania, eso no es cierto. «Las vacas, como muchos otros animales, son bastante inteligentes y pueden aprender muchas cosas. ¿Por qué no van a poder aprender a usar una letrina?»

 

El equipo de investigación probó a adiestrar desde corta edad a terneros para que se acostumbrasen a ir a hacer sus necesidades a la letrina. Y lo han conseguido. Esto ha permitido una recolección más fácil y completa de las heces y orina de los animales en la granja experimental, facilitando su procesamiento, evitando el problema de las emisiones de amoníaco y mejorando mucho el ambiente dentro del establo.

 

[Img #64999]

Un ternero entrando por voluntad propia en una letrina, donde deliberadamente hará sus necesidades. (Foto: FBN. CC BY-SA)

 

Langbein y sus colegas exponen los detalles de su singular letrina para vacas, y cómo hacer que estas aprendan a usarla, en la revista académica Current Biology, bajo el título de “Learned control of urinary reflexes in cattle to help reduce greenhouse gas emissions”. (Fuente: NCYT de Amazings)

 

 

[ad_2]

Source link