Para ningún ecuatoriano de nacimiento y de corazón es ajeno lo que estamos atravesando en nuestro país, situación crítica que ha trascendido también fuera de nuestros límites patrios. Cuán necesario es entonces romper con el silencio y gritar que hemos dejado de lado la apatía para luchar juntos en un solo puño en contra de las mafias y todas las organizaciones delictivas y criminales que se han enseñoreado en nuestra nación creando terror, inseguridad y desconcierto. Estamos librando una guerra sin cuartel y nos compete a todos combatir esta amenaza con frontalidad, decisión y gallardía.

Hagamos uso de aquel valor y derecho que nos asiste en un país democrático, la libertad de expresión, para elevar nuestra protesta en contra de un enemigo hostil y cruel. Solicitemos espacios en los medios de comunicación independientes, como el diario EL UNIVERSO, que dispuso de manera gentil y generosa una página a la orden de la ciudadanía para exponer nuestras opiniones en la sección Cartas del Lector. En mi caso, quiero agradecer una vez más a los directivos del diario EL UNIVERSO y a las personas encargadas de esta sección por brindarme la oportunidad de publicar mis escritos.

Amenazas a las libertades

Retomando el tema y aprovechando la bondad de este espacio, hago un llamado con el mayor respeto y consideraciones a todos los representantes de las organizaciones del país a nivel educativo, cultural, de salud, clero, militar, social, judicial, periodístico y a las anteriores autoridades nacionales para que envíen a través de los diarios independientes su respaldo a la democracia y repudio a las mafias que nos acechan.

Debemos tener claro que callar es nefasto. Los malvados y corruptos se aprovechan del silencio y del miedo. ¡Hay que parar esto ya!

Me pregunto: ¿cuántos mártires más tiene que haber para que reaccionemos? Solo la unidad puede vencer y detener la perversidad.

Las vidas de los hijos de cuatro líderes asesinados o fallecidos en circunstancias poco claras se conectan en el tiempo por la actividad política

Compatriotas, no permitamos que nos devoren las fuerzas del mal, el autoritarismo y todo tipo de tiranías que han llevado a la miseria a países que son de conocimiento público. En estas próximas elecciones pensemos bien eligiendo la democracia, paz, justicia y libertad.

¡Que Dios, que todo lo puede, bendiga y salve a nuestro amado Ecuador! ¡Viva por siempre la patria! (O)

José Franco Castillo Celi, psicólogo, Guayaquil



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