[ad_1]

Los ácidos grasos omega-3 son un tipo de grasa poliinsaturada que interviene en diferentes procesos de nuestro organismo, como ayudar a mantener estables los niveles de colesterol o el correcto funcionamiento de las neuronas o la retina. Existen 3 tipos de ácidos omega-3 entre los que encontramos el ácido alfa linolémico -ALA– predominante sobre todo en alimentos de origen vegetal como el aceite de oliva o los frutos secos; el ácido eicosapentanóico -EPA- y el ácido docosahexaenoico -DHA– presentes fundamentalmente en algunos tipos de pescados grasos y mariscos.

El placer de comer

Más información


Por qué picamos entre horas y por qué no deberíamos hacerlo



Los médicos suelen recomendar los ácidos omega-3 para ayudar a los pacientes, como decíamos, a reducir el colesterol y mejorar la salud cardiovascular. Las dosis recomendadas de estos ácidos grasos pueden ser ingeridas prestando atención a la dieta, sin embargo, también es práctica habitual que muchos facultativos recomienden la ingesta de los mismos a través de cápsulas o complementos alimenticios cuya composición principal se basa en los citados EPA y DHA.

Ahora no obstante, una nueva investigación llevada a cabo por el Instituto Intermountain Healthcare Heart de Salt Lake City, en Estados Unidos, acaba de encontrar que mientras que niveles más altos de EPA en sangre pueden reducir por si mismos el riesgo de cardiopatías importantes e incluso prevenir la muerte en distintos casos y pacientes, el DHA, por su parte, podría contrarrestar los efectos beneficiosos del primero. De hecho, una de las conclusiones principales de su investigación, la cual se presentó públicamente el pasado 17 de mayo en la reunión científica del Colegio Americano de Cardiología, es que independientemente de los niveles de EPA, los autores encontraron una correlación positiva entre los niveles de DHA y un empeoramiento de la salud de los pacientes voluntarios.

«Nuestros hallazgos muestran que no todos los Omega-3 son iguales, y que EPA y DHA combinados, como a menudo se encuentran en los suplementos, pueden anular los beneficios que los pacientes y sus médicos esperan lograr»

«El consejo de tomar omega-3 por el bien de su corazón es omnipresente, no obstante estudios anteriores ya han demostrado que la ciencia no respalda que esto sea igual de cierto para cada uno de los omega-3 conocidos», explica el autor principal del estudio, Viet T. Le, investigador y asistente médico cardiovascular en el Instituto Intermountain Healthcare Heart. «Nuestros hallazgos muestran que no todos los Omega-3 son iguales, y que EPA y DHA combinados, como a menudo se encuentran en los suplementos, pueden anular los beneficios que los pacientes y sus médicos esperan lograr».

EPA y DHA, dos ácidos grasos muy diferentes

Para llevar a cabo su estudio los investigadores se basaron en los registros de INSPIRE, una base de datos de la institución Intermountain Healthcare Heart que desde el año 1993 ha recogido más de 35.000 muestras de sangre de cerca de 25.000 pacientes. Así, a través de INSPIRE, identificaron a 987 pacientes que se sometieron a su primer estudio angiográfico coronario entre 1994 y 2012.

¿Cuál será la dieta del futuro? La clave está en la genética

Más información


¿Cuál será la dieta del futuro? La clave está en la genética



A partir de esas muestras de sangre se midieron los niveles circulantes de EPA y DHA. Luego se hizo un seguimiento de los pacientes durante 10 años en busca de cardiopatías importantes entre las que se incluyeron ataques cardíacos, accidentes cerebrovasculares o insuficiencia cardíaca que hubiera requerido hospitalización o acabado en el fallecimiento del paciente.

Así, durante el proceso, descubrieron que los pacientes con los niveles más altos de EPA presentaban un riesgo reducido de sufrir eventos cardíacos importantes. Sin embargo al evaluar cómo el EPA y el DHA se afectaban entre sí, encontraron que un DHA más alto reduce el beneficio del EPA. En particular, también encontraron que aquellos pacientes con niveles más altos de DHA que EPA, tenían un mayor riesgo de sufrir problemas cardíacos. «Estos resultados plantean preocupaciones sobre los efectos del EPA y DHA combinados», afirma Le. Especialmente si proceden de la suplementación, y no de una buena alimentación», añade.

«Todavía podemos decirles a nuestros pacientes que coman alimentos ricos en Omega-3, pero no deberíamos recomendarlos en forma de píldoras o como suplementos»

«Con base en estos y otros hallazgos, todavía podemos decirles a nuestros pacientes que coman alimentos ricos en Omega-3», continúa, «pero no deberíamos recomendarlos en forma de píldoras, como suplementos o incluso como productos recetados combinados, es decir, EPA más DHA». «Nuestros datos refuerzan por otra parte los hallazgos ya realizados en el año 2018, en un estudio bautizado como REDUCE-IT que si respaldo los beneficios de los productos enriquecidos con EPA», concluye.

Obesidad: esa enfermedad mortal de la que nadie muere

Más información


Una enfermedad mortal de la que nadie muere



[ad_2]

Source link