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Afroza, Edith, Becha y Marita, son los nombres de las protagonistas de “Madrid, mujeres, migrantes”. Este documental recoge las distintas iniciativas que han organizado desde sus asociaciones para hacer frente a este contexto de pandemia. Y es que, las personas migrantes son uno de los colectivos con mayor riesgo de exclusión social.

La vicepresidenta e intérprete de la asociación Valiente Bangla, que interviene para facilitar el entendimiento entre pacientes y personal sanitario. Una de las portavoces de la campaña que defiende la #RegularizacionYa de las personas migrantes indocumentadas y también secretaria de la asociación SEDOAC que lucha por los derechos de las trabajadoras de hogar. Una activista que ha convertido su tienda de ropa en un banco de alimentos en pleno Lavapiés. La presidenta de SOS Racismo Madrid que ha coordinado la orientación jurídica y social.

Ellas son las mujeres que, sabiendo que la crisis sanitaria causada por el COVID-19 iba a empeorar la situación ya precarizada de las personas migrantes, decidieron fortalecer sus redes de acción y organización. De esta forma podrían cumplir verdaderamente con uno de los lemas del gobierno, “no dejar a nadie atrás”.

Sabían que ese lema no iba a tener en cuenta a las personas migrantes. Mucho menos a aquellas que están sin papeles. Es así como, desde el activismo, han llevado a cabo acciones para mejorar las condiciones de vida de aquellos que se encontraban en una situación más vulnerable.

Mujeres migrantes como sujetos políticos

Este documental se ha realizado en el marco del proyecto: “Mujeres migrantes como sujetos políticos: visibilizando sus realidades y estrategias para la construcción de una ciudadanía global activa, diversa y libre de violencias en la ciudad de Madrid”. El proyecto, financiado por el Ayuntamiento de Madrid, ha permitido que trabajemos desde hace más de 3 años con colectivos y organizaciones migrantes lideradas por mujeres.

Con este documental queremos recoger estas iniciativas que han permitido a muchas personas sentirse acompañadas en un contexto en el que la mayoría han visto sus vidas aún más precarizadas y donde el futuro aún es incierto. Recoger estas experiencias en un mismo documental supone también valorar y registrar. Es evitar que caiga en el olvido lo que estas mujeres y sus asociaciones, con las que trabajamos y compartimos espacios de articulación, realizan a pesar de no contar con recursos.

Como ellas comentan, lo hacen por una cuestión de derechos y de justicia social. Convencidas de que, para salir de esta crisis sanitaria, económica, social y de cuidados, lo debemos hacer todas juntas y en igualdad de derechos y condiciones.



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