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Los ucranianos de la ciudad de Kramatorsk, muy castigada por los bombardeos, se preparan para las gélidas temperaturas de invierno. El gas se cortó en mayo en la región de Donetsk, controlada en parte por las fuerzas rusas, y en la vecina región ocupada de Lugansk después de los daños sufridos por las infraestructuras. Los habitantes se han visto obligados a buscar leña.

Volodímir Tryfonov, residente de Kramatorsk, destaca:«Estamos muy preocupados porque el invierno va a ser muy duro. Va a ser incómodo para nosotros».

El presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, había pedido de forma obligatoria la evacuación de los civiles de la región de Donetsk en julio, tanto para evitar los combates como de cara a la temporada de invierno. Los que quedan preparan sus refugios subterráneos de forma que puedan agruparse y mantener el calor. El ayuntamiento de Kramatorks ha comprado hornos de leña para los habitantes de la ciudad. En otro lugar, la directora de un hospital local teme no poder mantener calientes a los enfermos ante la escasez de suministros.

Valentyna Glushchenko, directora de hospital, señala:«Estoy muy preocupada porque una persona sana puede sentirse cómoda en diferentes condiciones, pero un enfermo requiere una temperatura específica. Necesitan calor incluso durante el tratamiento, las operaciones y las revisiones».

Los habitantes de la zona aseguran que resistirán a pesar de las dificultades.

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