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El Gobierno de España, a través de la Secretaría de Estado de Memoria Democrática, ha dirigido una carta a la Hermandad de la Macarena de Sevilla en la que le insta a que inicie “a la mayor brevedad posible los trámites necesarios para la exhumación y traslado de los restos de Gonzalo Queipo de Llano” que están enterrados en su basílica. “Es obligado poner fin a esta situación”, se indica en el texto. El hermano mayor de la entidad, José Antonio Fernández Cabrero, explicó a este diario el viernes pasado, el día en que entraba en vigor la ley de Memoria Democrática, que estaba esperando “la notificación del Gobierno” para comenzar los trabajos.

Este lunes pasadas las cuatro de la tarde, el hermano mayor ha emitido un comunicado en el que indica que la entidad “trabaja en la ejecución de aquello que la nueva ley establece” y que “ya había realizado determinadas acciones para tal fin, que serán completadas a partir de ahora con las oportunas que se desprendan de esta comunicación”. El hermano mayor explica que ha trasladado “su buena voluntad de cumplir escrupulosamente” con la Ley de Memoria Democrática al secretario de Estado a través de una conversación telefónica.

Esa notificación, que ha adelantado ElDiario.es y a la que ha tenido acceso EL PAÍS, ya ha llegado. La carta del Gobierno se suma a una primera petición que el mismo viernes realizó la Plataforma Gambogaz, en la que también se solicitaba la exhumación de los restos del general golpista Queipo de Llano, responsable de la sublevación militar en Andalucía, en la que fallecieron 45.000 personas, según los cálculos realizados por el historiador Paul Preston.

En la carta se recuerda que “desde 1951, los restos mortales de Gonzalo Queipo de Llano y Sierra, dirigente de la sublevación de 1936 y responsable de la represión en Andalucía en fechas posteriores, reposan bajo el camarín de la Virgen de la Basílica de la Esperanza Macarena” y se alude a lo controvertido de esta situación: “Durante los últimos años, la paradoja que supone esta presencia en un recinto religioso destinado al culto y la oración ha sido objeto de un amplio debate social, del que se han hecho eco numerosos medios informativos y publicaciones nacionales e internacionales”.

El secretario de Memoria Democrática, Fernando Martínez López, reconoce también que el hermano mayor siempre se ha mostrado dispuesto a cumplir con la ley y, en ese sentido, le agradece “su buena disposición para facilitar al máximo y a la mayor brevedad posible la realización de los trámites necesarios para la exhumación y traslado de los restos de Gonzalo Queipo de Llano y Sierra” y pone a disposición su departamento para resolver “cualquier duda o consulta que tengan a bien formular” para cumplir con la nueva ley de Memoria Democrática.

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En la conversación que mantuvo el viernes con este diario, Fernández reiteró su disposición a cumplir con la nueva ley, aunque reconoció que la retirada de los restos de Queipo de Llano de la basílica no contaba con la aprobación de todos los hermanos. “Entre los 17.000 hermanos hay distintas sensibilidades, pero todos coinciden en que hay que cumplir la ley”. El hermano mayor también aseguró que había mantenido conversaciones con la familia del general golpista y que “tiene la mejor predisposición” para que se trasladen sus restos mortales.

Del viernes hasta este lunes, además de la llegada de dos peticiones para que la Hermandad cumpla con la nueva Ley de Memoria Democrática, algo sí ha cambiado en la basílica en torno a Queipo de Llano. Sobre las lápidas del general golpista y su mujer, Genoveva Martí, que yacen en una camarilla a la salida de la iglesia, bajo una imagen de San José y el niño, se han instalado dos filas de bancos que las tapan por completo. Es casi imposible leer las inscripciones con sus nombres. Los visitantes los ocupan para ver a la Virgen del Rosario, que está en el centro del templo sobre un paso, porque salió el domingo en procesión.

El Ejecutivo no quiere que la exhumación de Queipo de Llano de la basílica de La Macarena genere el mismo conflicto que la salida de los restos de Franco del Valle de los Caídos y en la carta reconoce la influencia de la Hermandad en Sevilla, un poder fáctico que ha provocado que en los últimos años los Gobiernos municipales y regionales consideraran la presencia del general golpista en el templo un problema “sensible”.

El secretario de Estado invoca los artículos 35.5 y 38.3 de la nueva ley, que aluden a la obligación de los titulares de los “edificios de carácter privado o religioso” donde hubiera elementos contrarios a la memoria democrática a “retirarlos o eliminarlos” y a la prohibición de que “los restos mortales de dirigentes del golpe militar de 1936″ puedan “ser ni permanecer inhumados en un lugar preeminente de acceso público, distinto a un cementerio”, respectivamente, para argumentar la solicitud de la exhumación del general franquista.

El Gobierno, como en el caso de la Plataforma Gambogaz, no solo pide la exhumación de los restos de Queipo de Llano, también exige la retirada de los de Francisco Bohórquez Vecina, auditor de guerra, y quien rubricaba con su firma todas las sentencias de muerte. Como el general franquista, también es uno de los hermanos mayores perpetuos de la hermandad. En su epitafio se destaca “la firmeza de su carácter y exacto cumplimiento de sus deberes”. Murió cuatro años y medio después de Queipo y está enterrado en el antepresbiterio de la basílica. La lápida se encuentra siempre tapada por una alfombra.

Descargue aquí la carta del Gobierno a la Macararena

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