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Preparación
- Cubra una bandeja apta para horno con papel manteca y reserve.
- En un recipiente mediano, mezcle la harina con la sal, pimienta y el ajo en polvo.
- En un recipiente aparte, agregue los huevos junto con 1 cucharada de agua y bata hasta que quede suave.
- En un tercer recipiente, mezcle el panko y las hierbas aromáticas.
- Tome un trozo de queso, sumérjalo en la mezcla de huevo y acto seguido, páselo por la mezcla de harina. Vuelva a pasarlo por la mezcla de huevo y finalmente en el panko, para asegurarse de que se pegue.
- Coloque los bastones en la bandeja apta para horno reservada previamente y repita el procedimiento con el queso restante. Coloque los palitos en el congelador por 45 minutos.
- En una sartén profunda, ponga a calentar abundante aceite a fuego medio alto . Retire los bastones del congelador y coloquelos suavemente en el aceite caliente. Cocine hasta que estén dorados por todos los lados, aproximadamente 2 minutos cada uno. Retire del aceite y reserve en una rejilla de metal colocada sobre una bandeja para horno. Repita el procedimiento con todos los palitos.
- Sirva los palitos de mozzarella inmediatamente con la salsa de su elección: mayonesa, barbacoa, salsa golf, aioli, entre otras opciones.
Estos crujientes palitos de mozzarella se sirven generalmente en bares y restaurantes, como aperitivo como parte de un plato combinado que incluye, por ejemplo, papas fritas. Para prepararlos en casa, no se necesitan equipos ni ingredientes especiales. Los bastones de mozzarella caseros son una preparación amigable, para comer con la mano. Son ricos solos o hundidos en una rica salsa de tomate italiana. Los bastones de mozzarella caseros se pueden hacer fritos o al horno.
Por LA NACION recetas
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