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Las primeras observaciones sísmicas directas desde el módulo de aterrizaje InSight de la NASA, analizadas en tres estudios, ofrecen pistas sobre la estructura interna de Marte.

 

A través de estos estudios, que se han publicado recientemente en la revista académica Science, los investigadores informan de los hallazgos preliminares de la misión InSight y comienzan a cartografiar, por primera vez, el interior de un planeta distinto de la Tierra.

 

El estudio de las capas interiores de un planeta -su corteza, manto y núcleo- puede revelar información clave sobre su formación y evolución, así como descubrir cualquier actividad geomagnética y tectónica que pueda albergar. Estas regiones interiores profundas se pueden identificar mediante sondas que miden las ondas que viajan a través del cuerpo del planeta como consecuencia de eventos sísmicos como un terremoto. Estos métodos han sido fundamentales para estudiar las características del interior de la Tierra.

 

A principios de 2019, el módulo de aterrizaje marciano de la NASA InSight (Interior Exploration using Seismic Investigations, Geodesy and Heat Transport, o exploración interior mediante investigaciones sísmicas, geodesia y transporte de calor) comenzó a detectar y registrar terremotos desde su posición en la superficie de Marte, entre ellos varios terremotos subcorticales que se asemejan a eventos tectónicos en la Tierra.

 

Brigitte Knapmeyer-Endrun y sus colegas utilizaron información procedente de terremotos marcianos y ruido sísmico ambiental para obtener imágenes de la estructura de la corteza marciana situada bajo el punto de aterrizaje de InSight, encontrando evidencia de una corteza dividida en múltiples capas con dos o tres interfaces. Extrapolando estos datos a todo el planeta, Knapmeyer-Endrun y sus colegas muestran cómo el espesor promedio de la corteza de Marte se encuentra entre 24 y 72 kilómetros.

 

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Recreación artística de la estructura interna de Marte. (Imagen: © IPGP / David Ducros)

 

Por su parte, el equipo de Amir Khan empleó ondas sísmicas directas y reflejadas en la superficie causadas por ocho terremotos de baja frecuencia para sondear a mayor profundidad y revelar la estructura del manto marciano a una profundidad de casi 800 kilómetros. Sus hallazgos sugieren que a unos 500 kilómetros por debajo de la superficie se encuentra una litosfera gruesa que, como en el caso de la Tierra, probablemente presenta una capa de baja velocidad debajo de ella. Según Khan y sus colegas, es probable que la capa de la corteza marciana esté altamente enriquecida con elementos radiactivos que producen calor, calentando esta región a expensas del interior del planeta.

 

A un nivel todavía mayor de profundidad, Simon Stähler y sus colegas utilizaron las débiles señales sísmicas reflejadas en el límite entre el núcleo y el manto marciano para investigar el núcleo. Descubrieron que Marte presenta un núcleo de metal líquido relativamente grande, con un radio de casi 1830 kilómetros, que comienza aproximadamente a mitad de camino entre la superficie y el centro del planeta, lo que sugiere que el manto del planeta consta de una sola capa rocosa, en lugar de dos, como es el caso de la Tierra. Según Stähler y sus colegas, los hallazgos indican que el núcleo de hierro-níquel es menos denso de lo que se pensaba anteriormente y está enriquecido con elementos más ligeros.  (Fuente: AAAS)

 

 

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