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Alberto Fernández cuestionó hoy a los camaristas federales Leopoldo Bruglia y Pablo Bertuzzi por sus fallos relacionados con el atentado contra Cristina Kirchner, cuya investigación ordenaron elevar a juicio de inmediato, sin esperar a que se determine si hubo autores intelectuales aún no identificados, y pidió que la Corte Suprema intervenga para sacar a ambos jueces de la Cámara Federal, el tribunal al que fueron trasladados durante el gobierno de Mauricio Macri.

“Una vez más, la Sala 1 de la Cámara Federal de Comodoro Py, integrada por dos magistrados que ocupan sus asientos de forma contraria a la Constitución, interviene en una causa de relevancia institucional”, dijo el Presidente en el primero de los tuits de la cadena que dedicó a los camaristas. “Pareciera que lejos de querer esclarecer el hecho y llegar a sus máximos responsables, están empecinados en tapar lo obvio: que una banda criminal con ramificaciones y financiamiento oscuro atentó contra la vida de la vicepresidenta de la Nación”, añadió.

El oficialismo cuestiona dos fallos de esta semana de Bruglia, Bertuzzi y Mariano Llorens, el otro miembro de la Sala I: el de ayer, que ordenó liberar a cuatro miembros de Revolución Federal y destacó que no estaban relacionados con el atentado a la vicepresidenta; y el de anteayer, que le indicó a la jueza María Eugenia Capuchetti, que investiga el ataque a Cristina Kirchner, que elevara el caso de inmediato con los tres procesados que tiene hoy: Brenda Uliarte, Fernando Sabag Montiel y Nicolás Carrizo. Según el kirchnerismo, los camaristas lo hicieron con el propósito de no avanzar contra los “autores intelectuales”.

En su hilo de tuits, el Presidente afirmó: “Los jueces Leopoldo Bruglia y Pablo Bertuzzi deberían estar solo en los tribunales para los cuales concursaron. Solo una maniobra ilegal (que es un secreto a voces) del expresidente Mauricio Macri, que ordena a los consejeros de la Magistratura que le responden bloquear el concurso para designar a quienes deberán ocupar legítimamente las vacantes que hoy usurpan los jueces citados, hace posible esta arbitrariedad”.

Fernández terminó su cadena con una exhortación a los ministros del máximo tribunal: “La Corte Suprema debe intervenir para hacer cumplir su propio fallo. Ojalá tenga la misma celeridad que tuvo para imponer a su presidente al frente del Consejo de la Magistratura”.

Los jueces Pablo Bertuzzi y Leopoldo Bruglia
Los jueces Pablo Bertuzzi y Leopoldo BrugliaLA NACION

Bruglia y Bertuzzi fueron designados en la Cámara Federal, por traslado, hace más de cuatro años. Según el macrismo, sus pases eran definitivos, pero la Corte Suprema dijo que eran válidos pero transitorios y que Bruglia y Bertuzzi deberían dejar el tribunal cuando, previo concurso, se nombrara a los camaristas que cubrirían esos cargos de forma permanente. De ese fallo de la Corte se cumplen este jueves dos años y el trámite para designar jueces definitivos en la Cámara está parado. La oposición no tiene incentivos para aportar sus votos y colaborar a que Bruglia y Bertuzzi sean reemplazados.

En los tribunales de Comodoro Py quienes defienden a los dos jueces sostienen que nada están usurpando; que sus traslados fueron declarados legales por la Corte y que no depende de ellos, sino de la política, que se cumpla la condición que podrá fin a su permanencia en los cargos.

La cadena de tuits del Presidente fue precedida por una ola de declaraciones de dirigentes kirchneristas que criticaron a los camaristas y por una presentación que hizo ayer el ministro de Justicia, Martín Soria, dirigida al presidente de la Corte y del Consejo, Horacio Rosatti. En esa nota, el ministro dijo tener una “honda preocupación” por la “falta de resolución del concurso 461″, el destinado a nombrar a los camaristas que ocuparán los lugares que hoy tienen Bruglia y Bertuzzi. Dijo que hay una decisión de “obstruir a como dé lugar el concurso para cubrir las vacantes” de los cargos que ocupan ellos dos y que se trata de una “maniobra orquestada y ejecutada no solo por la oposición” sino “también vergonzosamente por la Justicia y la propia Corte Suprema”. Ante la consulta de LA NACION, en la Corte no respondieron a las acusaciones del ministro.

El último plenario del Consejo de la Magistratura fue el 15 de julio pasado (cuando el Consejo está activo, los plenarios suelen ser cada 15 días). Desde entonces, Rosatti no volvió a activar la convocatoria para reunirse. En la Corte dijeron a LA NACION que el Consejo es un cuerpo colegiado, que requiere de acuerdos para tomar decisiones. Alegaron que el organismo está hoy en plena “transición” (en dos semanas cambian los representantes de varios estamentos), que hubo elecciones internas y que durante el último año se logró “romper la inercia” y resolver, por ejemplo, cuestiones tecnológicas que son vitales para el Poder Judicial.

En materia de selección de jueces, en todo 2022 se aprobaron solo diez concursos y en 2021, cinco, informaron fuentes oficiales del organismo. Las vacantes judiciales, mientras tanto, se siguen acumulando. Sobre todo, en los cargos más sensibles para el poder político. Hay tres juzgados federales de primera instancia por cubrir en Comodoro Py con ternas que fueron elevadas al plenario el 7 de febrero pasado. También hay un concurso en trámite para cubrir una vacante en la Cámara Federal de Casación, el máximo tribunal penal. La diputada y consejera kirchnerista Vanesa Siley tiene vencido desde el 18 de agosto pasado el plazo para presentar las calificaciones de los exámenes. Sin motivo aparente, adeuda su entrega.

Pero el concurso que el oficialismo pretende destrabar antes que ningún otro es el de la Cámara Federal porteña, por el que reclamó hoy el Presidente. “Nosotros no lo vamos a aprobar -dijo a LA NACION Pablo Tonelli (Pro)-. Es un concurso que desde nuestro punto de vista no tuvo la necesaria transparencia en su tramitación. Fue el único que se llamó de todos los tribunales que había ocupados por jueces trasladados y es evidente que es un concurso hecho a las apuradas para sacar a Bruglia y Bertuzzi.”

Soria, en declaraciones a Radio 10, dijo este miércoles que Bruglia, Bertuzzi y Llorens “tienen la camiseta amarilla puesta”. Sobre los miembros de Revolución Federal excarcelados por los tres, el ministro afirmó: “Me parece que los están liberando rápido porque tienen miedo que se quiebren en la cárcel y empiecen a contar cosas”.

En los fallos de las excarcelaciones de este martes, los camaristas advirtieron, entre otros argumentos, que el caso por las amenazas y los hechos violentos de los miembros de Revolución Federal no tiene relación con la causa del atentado contra Cristina Kirchner. “No se verifica, de momento, la existencia de elementos objetivos que nos permitan conectar ambas investigaciones, sin perjuicio de lo que pueda surgir con el avance de la investigación”, dijeron los camaristas. Lo mismo habían sostenido el fiscal y la jueza de la causa por el ataque a la vicepresidenta, Capuchetti y Carlos Rívolo. Fuentes de esa investigación dijeron incluso a LA NACION que en ninguno de todos los chats y comunicaciones revisadas en esa causa aparece mencionada “Revolución Federal” (ni ninguno de sus miembros investigados por el juez Marcelo Martínez de Giorgi). El único punto de contacto es que Uliarte participó de una manifestación de esa agrupación, destacaron.

El ministro de Justicia, Martín Soria, este miércoles, en una actividad con Juan Cabandié
El ministro de Justicia, Martín Soria, este miércoles, en una actividad con Juan Cabandié

Integran también el ranking de los fallos de la Sala I de la Cámara Federal más criticados por el kirchnerismo el que sobreseyó a Macri en el caso del espionaje contra los familiares de los tripulantes del ARA San Juan y un voto de Llorens -no acompañado por Bruglia ni por Bertuzzi, que lo debatieron con él y no quisieron ir tan lejos- en una vieja causa contra la vicepresidenta. El 28 de septiembre pasado, los tres confirmaron el procesamiento de Cristina Kirchner por el uso de aviones presidenciales para llevar muebles a sus hoteles del Sur, pero Llorens afirmó en soledad que entre 2003 y 2015 funcionó “un esquema de corrupción estatal con distintas manifestaciones” que tuvo consecuencias “perniciosas y estructurales” y sostuvo que no se puede “descartar la continuidad de la ejecución de esos hechos delictivos”. Llorens afirmó incluso que la vicepresidenta podría querer eludir a la Justicia y pidió evaluar la posibilidad de someterla a un juicio político para “tornar efectivo su encarcelamiento provisional”.

Con el caso Vialidad en su tramo final, el kirchnerismo leyó este voto del “arquero de Macri”, como lo llamó la vicepresidenta (Llorens jugó en el club Liverpool con uno de los jueces y el fiscal del juicio contra Cristina Kirchner), como un mensaje y un presagio.

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