Aleix Espargaró, el hincha de Messi que hizo historia para Aprilia en MotoGP

TERMAS DE RÍO HONDO.- Una vuelta histórica. La del Gran Premio de la Argentina de MotoGP, que retoma la posición en el calendario tras la ausencia de dos años por la pandemia mundial de Covid-19, y la que ensayó el catalán Aleix Espargaró, con Aprilia, para regalarle la primera pole position a la factoría italiana en la categoría reina del motociclismo de velocidad. Atrás quedaban los problemas de logística que tuvieron en vilo al paddock y al público, situación de alerta que desapareció cuando el viernes a las 22 arribó el avión de carga procedente de Mosamba, y también el desafío de los equipos para alistar las máquinas para una jornada que resultó agotadora: la acción empezó a las 8.15 y finalizó a las 17.45, cuando el catalán, de 32 años, se erigió en los últimos segundos de la prueba en el más rápido.

La histórica pole de Aprilia es la tercera para Espargaró, hermano mayor de Pol, que en Termas de Río Hondo es la cabeza del equipo oficial Honda ante la ausencia de Marc Márquez. Desde el 13 de junio de 2015 que Aleix no se marchaba del autódromo con el mejor registro. El nacido en Granollers lo había logrado en el GP de Cataluña, prácticamente el patio de su casa. “No hay que volverse locos, pero este año podemos hacer algo grande”, lanzó, con confianza.

“Estoy muy contento por toda la gente de Aprilia, es brutal lo que de a poco vamos consiguiendo. Cada vez que logramos algo me dicen que es histórico, que es la primera vez, y eso es emocionante y me hace sentir orgulloso. No es nada fácil de dónde venimos y batallar con Honda, Ducati, Yamaha o Suzuki no es fácil. Pero poco a poco van llegando los resultados”, alimenta el sueño quien es fanático de Barcelona y que en 2016, en la Bombonera, lució una camiseta de Messi en una visita que hizo al estadio junto con su hermano y el colombiano Yonny Hernández. “Soy un enfermo del fútbol”, asegura quien cuando el calendario le ofrecía un respiro se deleitaba con Leo en el Camp Nou.

“En las motos viví de todo, pero siempre la paso muy bien: diría que crecí como piloto y como persona en este mundo. Lo hablé con Fermín Aldeguer [el rookie español de apenas 16 años que marcó la pole en Moto2]: él no había nacido cuando yo debuté en Valencia, así que imaginen el tiempo que llevo arriba de las motos. Aprilia es mi segunda familia, siempre fui un piloto trabajador y parece que mi momento llegó ahora”, arremetió quien el paddock considera un piloto fantástico y laborioso, que nunca se queja, y que de niño -a los cuatro años se trepó por primera vez a una moto- soñaba con ser campeón mundial. Aquella vez llevaba el número 441, un preludio de lo que sería el elegido para su campaña: el 41.

El reaparecido Takaaki Nakagami, después de dar negativo -tras dos positivos- en el test de Covid-19, marcó el camino en el primer entrenamiento. El piloto de Honda, sin embargo, no logró sostenerse en la cima en la segunda prueba y tampoco la marca japonesa siguió liderando las prácticas libres: Espargaró asomaba como el más veloz para cerrar un giro en el trazado de 4806 metros y presentaba credenciales que ratificaría en la Q2; atrás, su compañero Maverick Viñales, el único ganador de los 24 pilotos que componen la grilla, lo secundó y la factoría italiana enseñaba su poderío.

Todo parecía repartirse, como si lograr el mejor setup de las motos, debido a que estaban configuradas para el dibujo del circuito de Mandalika (Indonesia), resultara una tarea compleja para los ingenieros y mecánicos. La máxima velocidad, por ejemplo, era para Suzuki. El segundo entrenamiento también dejaba secuelas para algunos pilotos: Remy Gardner (KTM), Pol Espargaró (Honda), Darryn Binder (Yamaha) y Marco Bezzecchi (Ducati) visitaron el asfalto; Brad Binder (KTM), el escolta del líder del campeonato Enea Bastianini (Ducati), rompía el motor.

“El objetivo era la pole, no los voy a engañar, pero lo que más satisfacción me da es el ritmo de la moto. Funciona muy bien, porque normalmente existe muchísima igualdad entre los pilotos, pero acá creo que estamos un pasito adelante. Siento que no hay muchos pilotos con buen ritmo”, vislumbra Aleix, que en 2016 mantuvo un altercado en la pista con Valentino Rossi en el circuito de Misano. Il Dottore le lanzó un gesto ofensivo, después de sentirse perjudicado en una vuelta de clasificación, y más tarde, el catalán le respondió: “Si está nervioso que se tome un té de tilo”. La relación entre ambos, sin embargo, siempre resultó de admiración: “Compartir pista con él era como compartir una cancha con Messi o Jordan”.

En la charla con los medios, el poleman le dedicó la tarea a su esposa, Laura, y a sus hijos Max y Mia. “No están acá, pero gracias a mi mujer hago lo que estoy haciendo: me aporta todo lo que me falta, porque soy un poco nervioso y ella es mi pausa”. La serenidad que intentará que lo envuelva en la carrera, que comenzará a las 15, y con la que querrá dar un nuevo paso histórico: Aleix nunca ganó en 200 carreras.