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El cantante británico Sam Fender ha sido partícipe de un experimento peculiar. Su concierto en el Virgin Money Unity Arena de Newcastle (Reino Unido) fue el primero en contar con un sistema de plataformas que permitían mantener la distancia entre los cerca de 2.500 espectadores que asistieron al evento, cada grupo alojado en una especie de palco propio.
Esta nueva forma de acercarse a la música en espacios abiertos pretende conjugar la mayor afluencia de público a este tipo de eventos culturales, siempre manteniendo la distancia de seguridad entre los presentes.
No obstante, la opinión del público en este tipo de actualizaciones de los protocolos anticovid es relevante, y mientras algunos se mostraron satisfechos, por poder participar en vivo de una experiencia musical, a otros la imposibilidad de moverse les dejó algo fríos.
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