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El 14 de marzo, Justyna Wydrzyńska fue condenada por un tribunal polaco por proporcionar un medicamento abortivo a una mujer embarazada en plena pandemia de Covid-19. Su condena es de 30 horas de trabajo comunitario al mes durante 8 meses. Tras conocerse la sentencia, declaró: “Apelaremos. Seguiré ayudando a abortar. Nada cambiará”.

Justyna es miembro del Abortion Dream Team, que ayuda a las mujeres a acceder al aborto, a pesar de que en la práctica está totalmente prohibido en Polonia. El procesamiento y la severidad de la condena forman parte de un patrón de acoso judicial a activistas proabortistas por parte de las autoridades polacas y organizaciones católicas fundamentalistas.

La Red Laicista Europea condena enérgicamente esta persecución. El acceso al aborto seguro y legal es un derecho de la mujer y forma parte de las normas internacionales. Los derechos fundamentales de las mujeres deben estar garantizados en toda la Unión Europea.

(traducción de Pablo G. Toral, Europa Laica)

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