[ad_1]

Fotografía: Gobierno de México

El programa no toma en cuenta la amplia biodiversidad ni las diferentes técnicas milenarias que existen en México


El programa Sembrando Vida es una política en materia agroecológica puesta en marcha por el gobierno de Andrés Manuel López Obrador en el que se propone atender a la población marginada en las regiones de alta biodiversidad mediante un subsidio al cual pueden acceder quienes son propietarios de 2.5 hectáreas que se encuentren deforestadas. El subsidio incluye, además de un apoyo económico y de semillas entre otros recursos, una serie de reuniones con los beneficiarios y los funcionarios involucrados en el programa, explicó Omar Felipe Giraldo, profesor de la Escuela Nacional de Estudios Superiores Unidad Mérida de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).

Sin embargo, tras un proceso de análisis y escucha de testimonios, se ha podido identificar una serie de deficiencias que generan que el programa no cumpla con sus metas y que tampoco coadyuve a los desafíos del campo mexicano ya existentes. En primer lugar, el programa no ha llegado a favorecer la reforestación del país, si no que se ha notado que alrededor de 72,830 hectáreas se perdieron debido a Sembrando Vida, esto ya que con el fin de poder obtener el beneficio, algunos propietarios deforestaron sus terrenos para cumplir con el requisito, añadió Giraldo.

Biodiversidad amenazada

La reforestación planteada por el programa tiene una tendencia homogeneizadora en la cual las técnicas de cultivo se reducen a dos, lo cual genera un daño al territorio debido a la deforestación, la erosión del suelo y a la distribución de especies no endémicas, además de que promueve la fertilización industrial de las tierras. En este sentido, es claro que Sembrando Vida no está planeado para considerar la amplia biodiversidad y las diferentes técnicas milenarias que existen a lo largo de la república, expusieron Aldo González, fundador y miembro de la Unión de Organizaciones de la Sierra Juárez de Oaxaca y Álvaro Salgado, asesor técnico y coordinador del Departamento de Agroecología, Territorio y Comunalidad de Centro Nacional de Ayuda a las Misiones Indígena.

Otra consecuencia que ha desvirtuado al programa es la búsqueda del beneficio económico, más allá del beneficio ecológico que supone. Es decir, que los campesinos que se han integrado al programa lo hacen por lo atractivo del subsidio, lo cual ha generado tensiones y la preferencia de la adquisición de bienes alimenticios sobre su cultivo, mencionó Álvaro Salgado. Esto ha llevado a que en vez de que el programa promueva una autosuficiencia alimentaria, se ha fomentado que los propietarios dependan más del capital brindado para su manutención.

Organización comunitaria en riesgo

Rebeca de Gortari, investigadora del Instituto de Investigaciones Sociales de la UNAM y Felipe Giraldo coincidieron en que, al impulsar los subsidios, el programa está transformando a los campesinos en empleados del gobierno, pues deja de lado las organizaciones regionales e inserta una burocracia. Asimismo, esta subordinación hacia los requisitos que plantea el gobierno genera una pérdida de autonomía para estas comunidades, no únicamente a nivel económico y de subsistencia, también a nivel social.

Parece que una de las consecuencias más agresivas de este programa es que ha debilitado y promovido la discontinuidad del modelo comunitario que llevan a cabo diversos pueblos originarios y rurales. Esto debido a que, al homogeneizar las técnicas de cultivo y la destinación de las tierras al programa, se ha sedentarizado la milpa y las diferentes técnicas de cultivo milenarias. Además, las diversas reuniones con los funcionarios han reducido el tiempo destinado a las reuniones de la misma comunidad, lo cual genera una interferencia del Estado en las formas de organización de estas mismas.

Programa con visión desarrollista

El programa Sembrando Vida sigue la lógica de verticalidad del Estado, que se contrapone a las maneras de organizarse de las comunidades originarias, por lo que se une a las diferentes políticas que han existido que se imponen y modifican las tradiciones de los pueblos originarios y de las comunidades rurales, esto con el fin de promover una visión desarrollista que da preferencia a la creación de proyectos que favorezcan el comercio internacional y el turismo, concluyó Guillermo Palma, asesor de Servicios Integrales Émuri – Construcción de Mundos Alternativos Ronco Robles.

En conclusión, Sembrando Vida se une a los programas y proyectos que pasan por encima de las organizaciones y cosmovisiones de los pueblos originarios y amenaza con la continuidad de las estructuras sociales de estas, mencionó Guillermo Palma. De igual manera, se aleja de las metas propuestas en materia ecológica debido a que no respeta la biodiversidad del país y promueve la deforestación y la erosión del suelo, puesto que proyectos de construcción de carreteras o de complejos turísticos tienen prioridad ante la naturaleza y las comunidades que habitan y cuidan de ella.

Estas reflexiones se llevaron a cabo durante el panel titulado “Análisis crítico lógico de los impactos del programa Sembrando Vida en las comunidades campesinas: reportes desde México y Centroamérica”, coordinado por Anna Mary Garrapa, investigadora del Instituto de Investigaciones Sociales de la UNAM, y Álvaro Salgado Ramírez, en el marco del seminario institucional “Reconfiguraciones del Campo Latinoamericano: Sociedades y Territorios”. El evento se realizó el 27 de septiembre de 2022 mediante conferencia.


Imágenes del evento

Video del evento

[ad_2]

Source link