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Aboga por sufragar costes presupuestarios de las reformas estructurales con fondos europeos
MADRID, 16 Sep. (EUROPA PRESS) –
El gobernador del Banco de España, Pablo Hernández de Cos, ha afirmado que la recuperación está siendo «imparcial, incompleta, frágil e incierta» y sigue dependiendo «crucialmente» del mantenimiento de los estímulos fiscales, como los avales del ICO o los ERTE, aunque hay que variar su diseño para orientar las medidas a las empresas viables, ya que una retirada temprana de los estímulos supone un riesgo «mucho mayor» que el coste de mantenerlos.
Así lo ha señalado durante su intervencion ante la Junta Directiva de CEOE, en la que ha indicado que la crisis «no tiene precedentes» en términos de impacto macroeconómico y ha repasado las previsiones del informe trimestral del Banco de España, presentado este mismo miércoles, que empeora su pronóstico al augurar una caída de PIB de entre el 10,5% y hasta el 12,6% este año y un repunte de entre el 4,1% y el 7,3% en 2021.
Hernández de Cos ha explicado que la recuperación está siendo «incompleta» porque la industria se ha recuperado pero el sector servicios no y la tasa de ahorro es «muy elevada», así como «heterogénea» en unción de los sectores y «frágil» al producirse rebrotes que obligan a tomar medidas de contención, además de estar «llena de incertidumbre» respecto a posibles confinamientos y la vacuna, que el organismo estima que podría llegar en la segunda mitad de 2021.
En este sentido, al igual que en el área del euro, ha dicho percibir «cierta desaceleración» en la recuperacion, sobre todo en agosto, relacinado con los rebrotes y medidas de distanciamiento social, aunque se registrará un alza de PIB intertrimestral de entre el 13% y casi el 17% en el tercer trimestre.
En ningún escenario se prevé que se recuperen los niveles de crecimiento previos a la crisis en el horizonte hasta 2022, ya que a finales de ese año el PIB se situaría dos puntos por debajo en el escenario más optimista y seis puntos por debajo en el más pesimista, ha apuntado.
Por ello, a su juicio la recuperación sigue dependiendo «crucialmente» del mantenimiento del estímulo fiscal, aunque «algunas medidas tienen que cambiar» para esta nueva fase y orientarse a las empresas que puedan ser viables tras la crisis.
«El riesgo de retirar las medidas de estímulo fiscal a la economía antes de tiempo es mucho mayor que el que se deriva del coste de mantenerlas», ha aseverado.
En este punto, ha avisado de que a pesar de las medidas de política económica no se podrán evitar «daños estructurales», incluida la destruccón de empresas y la falta de creación de las mismas, costes que se producirán en paralelo a cambios estructurales como el teletrabajo o la digitalización.
Así, para esta segunda fase insta a adoptar medidas de política económic con un «ajuste fino» del mantenimiento de los estímulos, de manera «mucho más focalizada» y asistiendo a empresa y grupos «verdaderamente afectados», que todavía pueden ser «muy numerosos», y en paralelo permitir que se produzca una reasignación de recursos productivos que permita la adaptación a cambios estructurales.
Sobre medidas concretas, ha indicado que los hasta 140.000 millones de avales del ICO aprobados por el Gobierno podrían cubrir alrededor del 75% de las necesidades de liquidez y que el 25% restante podría ser concedido por los bancos o por las empresas al acumular activos líquidos para usar.
En cuanto a los ERTE, cree que «probablemente» el Gobierno tenga que mantenerlos un «tiempo prolongado» y que no hay que tener miedo a dicha extensión temporal, aunque aboga por focalizarlos casi a nivel empresarial, y no tanto sectorial.
ESTÍMULOS DEL BCE Y SUFRAGAR REFORMAS CON LOS FONDOS EUROPEOS
Según Hernández de Cos, la política monetaria ha sido «absolutamente fundamental» para garantizar las condiciones financieras «holgadas y acordes a la situación», lo que ha facilitado la flexibilidad en el programa de compra de acctivos y primas de riesgo contenidas, así como margen de actuación para políticas domésticas y fiscales expansivas como la de España.
De igual forma, ha indicado que para evitar episodios de fragmentación financiera hay que seguir ejecutando la política monetaria de manera «flexible», y ha apuntado que no hay que descartar que el BCE Tenga incluso que añadir más estímulos en el futuro, para lo que seguirá monitorizando la evolución macro, incluida la evolución del tipo de cambio y estar dispuesto a ajustar los instrumentos si es necesario.
También ha hecho hincapié en la importancia de seleccionar los proyectos de inversión en el marco del fondo europeo de recuperación, en materi de infraestructuras, digitalización o formación de trabajadores, sino también incluir proyectos de reformas estructurales para que su coste sea sufragado con dichos fondos.
En su opinión, el fondo europeo «no es suficiente» y hay que avanzar en la arquitectura de gobernanza con la Unión Bancaria, al estar pendiente el fondo de garantía de depósitios «absolutamente fundamental» para atajar algunos problemas de fragmentación financiera; la Unión del mercado de capitales y una política fiscal común.
En cuanto al sector bancario, ha apuntado que ya había entidades con niveles de rentabilidad muy reducidos pero los shocks actuales prolongarán el entorno de tipos bajos y, en consecuencia, la presión sobre la rentabilidad será «más duradera».
Por ello, ha remarcado que hay que evitar «a toda costa» que los escenarios más negativos de la crisis acaben generando problemas al sector financiero y hay que estar «dispuestos a actuar», así como en paralelo «presionar» al sector para que ante ese entorno de baja rentabilidad acometa ganancias de eficiencia y procesos de digitalización.
REFORMAS ESTRUCTURALES PENDIENTES
El gobernador del Banco de España ha insistido en la importancia de acometer reformas estructurales en materia de productividd ante las deficiencias en capital humano, relacionadas con el reducido capital de inversion tecnológico, así como corregir los incentivos «perversos» al no crecimiento empresarial y las dificultades de creación de empleo, garantizando también la unidad de mercado y las economías de escala.
En materia laboral, pese a ver con «buenos ojos» las reformas de 2010 y 2012 insta a implementar medidas para solucionar problemas pendientes como la dualidad y los parados de larga duración, junto a otras como el cambio climático, el envejecimiento o el sistema de pensiones.
Por último, ha hecho hincapié en que el alza de la deuda pública no supone que la respuesta económica no sea adecuadda y deba continuar el impulso eocnómico, pero ha vuelto a subrayar la necesidad de un plan de un plan de consolidación fiscal «lo antes posible» para ganar cedibilidad e implementarlo cuando la recuperación sea «completamente sólida».
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