La primera parte fue sencillamente para olvidar, con un ATB que no jugó a nada y donde el ritmo fue lento y por momentos desesperante. La segunda no varió en exceso y solo un par de aproximaciones con dos disparos con cierta intención, una de Lucas y otro de Pastrana fueron las únicas noticias que dio el conjunto palmesano cerca del área rival.
El Logroñés, sin hacer nada del otro mundo, se encontró con un escenario de partido perfecto ya que el Atlètic le dejaba tocar sin excesivos agobios en la zona ancha. Al final en el minuto 85 tuvo una clara oportunidad para marcar el cero a uno en botas de Castri tras un disparo a bocajarro. Sin embargo, el balón lo rechazó el portero Lucas Díaz salvando el tanto.
La afición ha dictado sentencia y mostró su descontento con el equipo y pidió la marcha del entrenador Jordi Roger. La propiedad tiene la última palabra.