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La inesperada derrota como local de PSG ante Bayern Munich por 1 a 0, por la ida de los octavos de final de la Champions League, alteró los ánimos de una ciudad de París que siente astilladas sus ilusiones de que el equipo más poderoso de Francia levante por primera vez la Orejona. Si bien la semana próxima se jugará el desquite en suelo alemán, la caída en territorio galo fue un sacudón que incluso tuvo su repercusión en los medios.

Por ejemplo, el diario deportivo L’Equipe no tuvo piedad a la hora de calificar a los futbolistas del equipo dirigido por Christophe Galtier. De hecho, el único aprobado, con un 6, fue el zaguero brasileño Marquinhos. Entre los 11 titulares del PSG hay cinco que fueron calificados con un 3. Uno de ellos es nada menos que Lionel Messi. Neymar recibió el mismo puntaje.

Suena exagerado. Llamativo. Porque tanto el crack rosarino como su amigo brasileño fueron dos de las piezas más importantes del equipo, generando acciones de riesgo ante un rival que realizó un gran planteo y supo aprovechar sus oportunidades (y una floja reacción de Donnarumma, que terminó en el 1 a 0).

Los puntajes de L'Equipe, tras el 1 a 0 de Bayern sobre PSG en Paris, por la Champions League
Los puntajes de L’Equipe, tras el 1 a 0 de Bayern sobre PSG en Paris, por la Champions League

Aun cuando el rendimiento colectivo no fue el esperado, en el caso puntual de Messi no solo fue el hombre que más faltas recibió (5), sino que tuvo su chance de establecer el empate, cerca del final. Pero su zurdazo fue neutralizado por Benjamin Pavard, quien más tarde se fue expulsado por una fuerte infracción contra el número 30, que se le escapaba en un desborde por derecha.

Además de Leo y Neymar, los otros tres futbolistas que recibieron la calificación más baja fueron Marco Verratti, Achraf Hakimi y Warren Zaire-Emery. El mismo puntaje recibió el DT Galtier.

El 1-0 anotado por Coman a los 12 del segundo tiempo desató un encuentro que era un nudo propuesto por PSG. Ya el espíritu de conservación no le servía al puntero de la Ligue 1. La mejor manera de estirar a un equipo encogido fue recurrir a Mbappé. Las primeras intervenciones de Kylian denotaron cierta falta de ritmo y de distancia, producto de la inactividad por la lesión. Pero el 7 se entonó enseguida, con la rapidez de quien es una primera figura internacional. Lo necesitaba PSG y también le vino bien al partido, que se hizo más de ida y vuelta, con emociones, ya sin el sopor del primer tiempo.

Obligado a desprotegerse, PSG sufrió en defensa y se salvó del segundo gol en más de una ocasión, a cambio de ser más agresivo en ataque. Mbappé sacó a Bayern de la placidez que transitaba. Y Messi tuvo otro interlocutor, sus apariciones ganaron en continuidad. El cotejo se abría a las dos posibilidades: una derrota más dura para PSG o un empate que habría sido muy valorado por los locales. Dos goles de Mbappé no fueron convalidados por off-sides.

“Nos habría gustado jugar como acabamos el partido, pero el plantel en este momento es muy débil en lo físico. No fue posible”, reconoció Galtier.

LA NACION

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