[ad_1]

Noche de rock, rock de los que ya podrían considerarse viejos conocidos o al menos veteranos, es lo que ha proporcionado este viernes la segunda jornada de Mad Cool 2023, con Queens Of The Stone Age, Mumford And Sons y The Black Keys como cohetes que han puesto el festival en órbita.

Del sonido más crudo al que flirtea con el funk o con el folk, cada uno de ellos le ha añadido a esa receta saborizantes diversos, pero siempre con la guitarra y los baquetazos como principales ingredientes para regocijo de los 67.000 comensales que, según la organización, han acudido hoy al recién estrenado espacio Iberdrola Music, al sur de la ciudad.

Frente a su primera jornada, mucho más pop y soul, esta vez le ha costado más coger calor a la cita madrileña, no por las temperaturas, que han vuelto a superar los 30 grados a media tarde, sino porque los primeros artistas no han mostrado el mismo poder de convocatoria, con el permiso de la cantautora Angel Olsen y su gusto por las atmósferas voladoras o la banda holandesa dEUS y sus bases graves a ras de suelo pero muy bailables.

«¡Madre mía, hace calor!», ha exclamado con el sol de cara el británico Sam Smith, el primero que ha concitado una importante masa de seguidores para disfrutar de una propuesta de soul blanco y pop melódico sin adscripciones de género que en gran medida conectaba más con la oferta del día anterior, cuando tocaron Lizzo o Lil Nas X, por ejemplo. Cabe imaginar que nadie le había avisado de que la camisa y el apretadísimo corsé dorado con el que ha saltado al escenario no era el mejor atuendo para desenvolverse en Madrid a dos horas aún del anochecer. Afortunadamente, solo ha sido uno de los muchos modelos que ha lucido, proporcionalmente casi tantos como temas conocidos, a destacar un pomposo vestido púrpura en el primer caso y cortes como ‘Stay with me’, ‘Promises’ o ‘Unholy’, en el segundo. Frente a una enorme escultura yaciente sobre el escenario también de color oro, Smith ha exhibido su gran capacidad para los matices melódicos, una faceta reforzada además por un buen puñado de estupendas voces negras como acompañamiento.

Dicho esto, cuando el festival ha arrancado definitivamente es cuando a su término le ha tomado el relevo la banda estadounidense Queens Of The Stone Age, que han abierto su show de manera contagiosa con el tema ‘No One Knows’. Precisamente Josh Homme y compañía tocaron en Madrid por última vez hace cinco años, en aquel aciago Mad Cool 2018 en el que pasó de todo coincidiendo también con otra mudanza, entonces de la Caja Mágica a IFEMA, y el californiano, disconforme con aquellos reductos VIP apenas poblados pero situados justo enfrente del escenario, animó a sus seguidores a saltarse las vallas y avanzar más cerca de la banda. Más relajado en ese sentido, pero igualmente contagioso, su directo ha tocado un buen puñado de temas de su reciente último álbum, ‘In Times New Roman’, pero sin olvidar otros trabajos emblemáticos como ‘…Like Clockwork’ (2013) y cortes como ‘A Song For The Dead’.

«¿Sabéis el último concierto que dimos en Barcelona? Sigo pensando que fue el mejor de aquella gira porque encontramos a la mejor audiencia de Europa… hasta quizás esta noche», ha apuntado justo después Marcus Mumford, líder de Mumford And Sons, ante el que quizás ha sido el concierto sorpresa de la jornada por poder de convocatoria. Porque más allá de su excelente trabajo por ejemplo para la BSO de la serie ‘Ted Lasso’, Mumford no ha tenido grandes éxitos comerciales en España desde que volvieran a poner de moda el folk con sus primeros álbumes, «Sigh No More’ (2009) y especialmente ‘Babel’ (2012), con éxitos como ‘I Will Wait’ que no han dejado de tocar esta noche entre un castillo pirotécnico. Una explicación posible puede estar en que no tocaban en la ciudad desde hacía 10 años, los transcurridos desde su hasta ahora único recital en la capital, el que dieron en el Palacio Vistalegre con su terrible acústica, algo de lo que por fin se han desquitado con un sonido de calidad que ha permitido disfrutar de su catálogo de instrumentos más allá de los habituales del rock, como el banjo, el dobro o el contrabajo.

Igual confluencia ha registrado la cita con The Black Keys, otras figuras pródigas de la capital desde el concierto en 2012 que tan buen sabor de boca dejó con su acento sureño y sus guiños al blues y el soul, entonces justo cuando acababan de lanzar su bombazo comercial ‘Lonely boy’ como parte de ‘El Camino’ (2011). Cuatro discos después, el último el reciente ‘Dropout Boogie’ (2022), a Dan Auerbach y Patrick Carney les ha correspondido poner el broche de lujo a esta jornada de rock, apenas un calentamiento para los amantes del género si se tiene en cuenta que las grandes estrellas de la clausura de mañana serán Red Hot Chili Peppers, con todas las entradas vendidas.

[ad_2]

Source link