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Redacción | En el marco de una crisis que pivota alrededor de la escalada inflacionaria, están aflorando conflictos laborales cuyas reivindicaciones van más allá de subidas salariales que frenen la pérdida acumulada de poder adquisitivo de trabajadores y trabajadoras. La precariedad y la exposición a riesgos laborales, desatendidos durante años por la empresa, también son parte de la lucha que ha iniciado la plantilla de Rotocobrhi, la mayor empresa de artes gráficas de nuestro país. Una empresa que está, desde hace casi siete años, en manos de Walstead Capital, un holding inglés que acapara buena parte del mercado europeo. Desde Poder Popular, hablamos con Celia Querencia (delegada sindical de CGT), Roberto Fernández, (presidente del comité de empresa) y Sergio Sánchez (secretario), sobre los motivos de los paros y las perspectivas de continuidad.

 

¿Cuáles son los motivos que os han llevado a convocar los paros?

CQ: La lucha empieza por una negociación del convenio, aparte de toda la precariedad que llevamos sufriendo desde que esta gente compró la empresa. Llevamos desde enero negociando el convenio y no ha sido una negociación, ha sido una imposición por parte de la empresa con sus plataformas y negándose a escucharnos y a leer nuestras plataformas (reivindicaciones del conjunto de la plantilla), diciendo que pedimos locuras y que es imposible, que no nos pueden dar cuando la empresa tiene una economía saneada y están dando beneficios todos los años, incluso en la crisis del COVID dieron beneficios y tampoco les pedimos una barbaridad; estamos pidiendo un 4,5%.

Nosotros tenemos convenio propio, y otro de los conflictos que tenemos con ellos es que nos quieren llevar al convenio nacional, con intenciones, seguramente, que no son muy buenas como por ejemplo, una doble escala salarial. Al principio les dijimos que podríamos aceptar irnos al nacional pero bajo unas condiciones que fueron aceptando para esa transacción al nacional pero cuando les presentamos la plataforma dijeron que no la iban a leer, y ahí fue cuando se rompieron las negociaciones. Ellos nos ofrecían una subida que era de risa: sobre nuestro salario un 2%, que supone un 0,9% del salario de nuestro convenio.

 

¿Vuestro convenio incorpora la cláusula de revisión salarial?

RF: No, no tenemos ninguna cláusula de revisión salarial, de hecho, por eso hemos perdido poder adquisitivo en los últimos años. Este es un grupo inversor, el grupo Walstead, que es inglés (antes el propietario era alemán) y no hemos querido remontarnos más allá de los 6 años que llevan, y en estos 6 años llevamos perdido un 9% de poder adquisitivo sólo hasta el año pasado. Este año ya sabemos que está en un 7,3, pues en total es un 18% de pérdida, y le estamos pidiendo una subida de un 4,5% sobre nuestro salario. Porque ellos, cuando hablan de porcentajes, nos hacen un poco de lio, en el sentido de que nos hablan del convenio nacional de artes gráficas, que está un 35-40% por debajo del salario que tenemos aquí (en el convenio propio), puesto que tenemos una flexibilidad, festivos, 5 domingos dentro del convenio, la turnicidad, la antigüedad que también está metida en el convenio pero que nos la tienen congelada, y claro, ya ha llegado a una situación que nadie de la plantilla estaba dispuesto a soportar, con la que está cayendo.

La excusa que ponen ellos para transaccionar nuestro convenio al convenio nacional es porque la Comunidad de Madrid no les registra nuestro convenio porque no cumple con la movilidad funcional, que es las polivalencias que llamamos nosotros dentro de nuestro convenio. Esto es, cuando una persona realiza una categoría superior, se lo están pagando solo sobre el salario base de complemento lineal que recoge el convenio nacional y no sobre todos los conceptos que cada oficial tenemos aquí –plus calendario, conocimientos espaciales y una serie de complementos-, que no se lo pagan.

CQ: y lo que hace estallar a toda la plantilla es toda la precariedad, a parte de la negociación de convenio que los compañeros ven que no llegamos a un acuerdo y siempre son imposiciones, luego tenemos un montón de conflictos: despidos, incumplimientos de convenio, problemas de seguridad y salud laboral, pues es una batalla continua: no salimos de la Plaza de los Cubos con esta gente y de la Inspección de Trabajo.

SS: Sin contar con que en 16 años llevamos una subida de risa, como mucho nos han subido 50 euros, es decir, un 2 y pico sumando todos los años.

 

¿Qué perspectivas tenéis de los paros?

RF: Pues en principio, hoy es el primer día que nos han llamado para saber hasta dónde queríamos llegar. Les hemos dicho que evidentemente seguimos pidiendo un 4,5% porque creemos que es lo mínimo, o sea, irrisorio con toda la pérdida que acumulamos, y con una cláusula de revisión salarial del 6,5% para tampoco irnos mucho, y luego para el año que viene un 3,5%. Y luego que se lean un poco la plataforma, porque dentro de ésta, presentamos unos contratos relevo, porque la plantilla tiene una media de edad de 50 y tantos años, es un gremio que tiene mucha penosidad por la nocturnidad y por tóxicos a los que nos exponemos y claro, hay gente aquí que tiene 44 años cotizados y que tienen ahora 60, 62 años y que se merecen un contrato relevo, traer gente de fuera. Nos estamos quedando sin banquillo, la propia empresa nos ha dicho que tienen dificultad para encontrar a gente pero claro, si el salario de un auxiliar (la categoría más baja) es de 16.900 euros trabajando 3 fines de semana al mes, una media de 9 festivos al año, 5 domingos dentro, mañana, tarde y noche…es bastante precario.

SS. Aparte que lo que estamos pidiendo a la empresa es que reparta, que no le estamos pidiendo nada del otro mundo…que reparta la que está cayendo. El IPC es solo una referencia, que llevamos una subida acumulada de casi el 18% y le estamos pidiendo el 4,5, por lo que estamos siendo benévolos.

 

¿Y cuál es el plan que tenéis de movilizaciones?

CQ: El 20 de octubre empezamos con paros de 2 horas, en principio para que no nos costara mucho dinero a nivel laboral, porque la gente está haciendo un esfuerzo titánico, y también porque queríamos saber con qué apoyo contábamos. Y porque nuestra intención, como se lo dijimos a la empresa, no era perder clientes. Y como no nos han escuchado, ahora vamos con todas. La gente está dispuesta a parar las 8 horas y a convocar huelga indefinida, lo que haga falta.

SS: Es que hasta que no hemos empezado con las 8 horas de paro en los 3 turnos (24 horas), no se han puesto en contacto con nosotros. Lo bueno es que tenemos revistas semanales (el Diez Minutos, el Hola, el Lecturas) que salen los miércoles y se imprimen el lunes por la noche porque una cantidad tiene que salir si o si para fuera. Así que hemos puesto paros estratégicos los lunes por la tarde y noche y los martes por la mañana, y los jueves tarde, noche y viernes mañana, porque el Pronto sale los viernes. Aunque ellos también están usando todas sus armas.

CQ: Sí, han despedido a un compañero, despido disciplinario, la semana pasada…entendemos que para meter miedo a la plantilla. Y la empresa ni nos ha llamado.

RF: Nos dijeron que nos daban de plazo hasta el 15 de noviembre para aceptar sus condiciones, que es cuando estaba previsto terminar los paros, pero ahora les hemos dicho que no, y que además, vamos a continuar más allá de esa fecha, y ahí es cuando se han dado cuenta de que no íbamos a recular. Nos han llamado, nos han pedido la plataforma (lo que pedimos) y nos han dicho que estamos a años luz y que no pueden llegar, y el lunes nos han citado en el Instituto laboral para que haya mediación, a ver qué pasa.

 

Una última pregunta que siempre hacemos a la gente que, como vosotros, inicia una lucha para defender condiciones laborales justas, ¿qué les diríais al resto de trabajadores y trabajadoras en situaciones similares?

RF: Pues como experiencia, creemos que con los paros nos hemos equivocado. Lo hicimos para tantear el apoyo que teníamos, pero teníamos que haber ido con todo desde el principio.

SS: Teníamos que haber directamente a la huelga, a lo gordo.

CQ: Bueno, quizá tampoco éramos conscientes del apoyo que teníamos, porque en otras ocasiones, la empresa nos había dado un ultimátum, y al sacarlo a votación a la plantilla, se habían aceptado sus condiciones. Y ahí te quedabas un poco con las manos atadas. Pero en esta ocasión, nos dieron un ultimátum y en asamblea salieron 144 votos a favor de los paros, de un total de 243 trabajadores.

SS: Prácticamente, votamos a favor toda la plantilla de taller, porque por un lado, a la gente de oficinas los tienen ahogados y por otro lado, a veces parece que el conflicto no va con ellos y no son conscientes de los riesgos que asumimos quienes trabajamos en taller.

RF: Pero bueno, eso también te lo da la experiencia, y quizá el intentar hacer las cosas bien al principio, a veces te lleva a equívocos que ya hemos subsanado.

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