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Lola Parra | En la Comunidad de Madrid, entre los meses de marzo a junio de 2020, la epidemia de COVID-19 se cobró al menos 6.000 vidas de las personas mayores que vivían en residencias. Estos fallecimientos pusieron de manifiesto las debilidades del modelo de atención residencial implantado, incapaz de hacer frente a una epidemia, las limitaciones de material de protección personal para los y las trabajadoras y la ausencia de protocolos de prevención de infecciones en estos centros.

En dichas residencias, no había medios para una atención sanitaria adecuada, ni condiciones para una muerte digna, por lo que no es descartable que esta situación contribuyese a la elevada mortalidad que se dio en las residencias.

Existieron unos protocolos elaborados por la Consejería de Sanidad de Madrid que dieron lugar a seleccionar qué personas enfermas de las residencias de mayores podían ser trasladadas al hospital y cuáles no.

Los y las trabajadoras de estas residencias denunciaron todas estas irregularidades, entre ellas, Nandy, trabajadora de la Gran Residencia y delegada del sindicato MATS, fue una de ellas, saliendo en redes, en entrevistas y en foros hablado y denunciando todo lo que se cocía dentro y fuera de ellas.

Por todo ello Nandy ha sido expedientada por la dirección de la residencia donde trabaja y por la Gerencia del AMAS. Esta sanción que podría ser catalogada de grave a muy grave, podrían llevar a la inhabilitación de su puesto de trabajo. Todo por denunciar el silencio, tanto de la gerencia, como de la dirección de las residencias.

Esta sanción, abre una puerta para así silenciar a todo el colectivo de sanitarias y sanitarios que durante la pandemia vivieron sus momentos más duros, donde con sus propios ojos pudieron ver la dejadez y no asistencia hospitalaria de los residentes de los centros Residenciales

No podemos permitir este tipo de medidas represivas para estas profesionales, que dieron incluso su vida por mejorar la vida de nuestros y nuestras mayores.

Desde Marea de Residencias y Sindicato MATS, queremos dar todo el apoyo a esta trabajadora que el único delito que ha cometido ha sido, con su denuncia, intentar mejoras la vida de nuestros y nuestras mayores.

Estaremos a su lado en cada reivindicación que sea necesaria.

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