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Un equipo científico interdisciplinar ha analizado mediante técnicas de inteligencia artificial restos de animales que vivieron hace 1,5 millones de años en un nuevo yacimiento paleontológico del nivel de Venta Micena en Orce (Granada, España), Venta Micena 4.

 

El trabajo se enmarca en el proyecto de investigación ProyectORCE, que coordina el profesor Juan M. Jiménez Arenas de la Universidad de Granada (UGR).Y ha contado con la participación de dos miembros del Institut Català de Paleoecologia Humana i Evolució Social (IPHES-CERCA) y de la Universitat Rovira i Virgili (URV), entre especialistas de otras instituciones.

 

Jordi Agustí, investigador ICREA del IPHES-CERCA y profesor asociado de la URV, fue el descubridor del yacimiento de Venta Micena en el año 1976, junto al paleontólogo Josep Gibert, y es el responsable del ámbito de los micromamíferos del ProyectORCE, mientras que Hugo Blain, investigador del IPHES-CERCA, lo es en lo concerniente a la paleoecología.

 

Gracias a la Inteligencia Artificial el equipo ha podido reconstruir los distintos episodios de actividad en el yacimiento, que no eran visibles a simple vista. Se ha conseguido utilizando un método llamado Deep Machine Learning, que es una forma de “enseñar” al ordenador a identificar patrones mediante algoritmos matemáticos. Esta técnica solo se había aplicado una vez antes en un yacimiento español, y nunca en sitios de cronología comparable a Venta Micena 4. Gracias a ella se ha podido saber que los huesos y dientes fósiles que contiene este lugar se depositaron en, al menos, dos momentos diferentes separados en el tiempo, lo que se ha denominado dos “paleosuperficies”.

 

El entorno de Venta Micena se conoce desde los años 70 del siglo pasado. Sin embargo, a pesar de ser considerado como uno de los yacimientos paleontológicos más ricos e interesantes de toda Europa, todas las investigaciones hasta la fecha se habían centrado solo en la zona llamada Corte 3, un cubil de Pachycrocuta brevirostris donde esta hiena gigante criaba a sus cachorros y se alimentaba de trozos de cadáveres carroñeados en otros lugares.

 

No obstante, poco se sabía de otras zonas de Venta Micena, donde podía o no haber evidencias de actividad humana. Así se descubrió Venta Micena 4, un nuevo punto en el que se han venido realizando excavaciones desde 2005 y del que, por primera vez, se empiezan a publicar datos.

 

Según este nuevo trabajo, Venta Micena 4 estaría ubicado en las proximidades de una charca o laguna de agua dulce, a la que los animales acudirían a beber y, en el caso de los carnívoros, a alimentarse. Por ello, en el yacimiento abundan las evidencias de huesos comidos por otros animales: marcas de mordiscos, huesos rotos por mordeduras, etc. Sin embargo, también aparecen muchos restos completos e incluso en lo que los expertos llaman “conexión anatómica”, como partes enteras aún unidas entre sí, como costillares de mamut o patas enteras de rinoceronte. Y es que los animales que pasearon por Venta Micena 4 hace 1,5 millones de años eran muchos, y muy variados: elefantes, bisontes, ciervos, caballos, hipopótamos, tigres de dientes de sable, hienas o perros salvajes, entre otros.

 

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Reconstrucción del entorno de Venta Micena hace 1,5 millones de años. (Ilustración: Mauricio Antón)

 

Toda esta fauna estaba también presente en los otros dos grandes yacimientos de Orce (Barranco León y Fuente Nueva 3, ligeramente más modernos que Venta Micena 4) acompañando a los seres humanos, los primeros representantes del género Homo en Europa. Estas poblaciones, carroñeras y recolectoras que no conocían el uso del fuego ni la caza, poseían una tecnología muy avanzada a su tiempo.

 

Sin embargo, hasta la fecha no se han encontrado evidencias de su presencia en Venta Micena 4. ¿Por qué en Barranco León y Fuente Nueva 3 sí, y en los yacimientos de Venta Micena no? La respuesta está probablemente relacionada con el clima y en que Venta Micena es algo más antiguo Barranco León y Fuente Nueva 3. En Venta Micena, el medio ambiente era algo más árido y abierto, menos idóneo para los homínidos. Sin embargo, Venta Micena 4 sigue siendo un yacimiento clave para entender el contexto de este primer poblamiento humano de Europa.

 

En el futuro, nuevos estudios podrán responder a nuevas preguntas que surgen sobre Venta Micena 4, por ejemplo: ¿qué carnívoros concretos intervinieron en la formación del yacimiento?, ¿el comportamiento de los animales en este yacimiento cambió a lo largo del tiempo?, ¿es posible que en el famoso Corte 3 también haya varios escenarios e historias que no se hayan identificado hasta la fecha? Nuevas excavaciones e investigaciones han de aportar datos al respecto.

 

El Proyecto General de Investigación “Primeras ocupaciones humanas y contexto paleoecológico a partir de los depósitos pliopleistocenos de la cuenca Guadix-Baza. Zona arqueológica de la cuenca de Orce (Granada, España)” (BC.03.032/17) está financiado por la Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía y coordinado por la Universidad de Granada.

 

El nuevo estudio se titula “Taphonomic and spatial analyses from the Early Pleistocene site of Venta Micena 4 (Orce, Guadix-Baza Basin, southern Spain)”. Y se ha dado a conocer en la revista académica Scientific Reports.

 

En el nuevo estudio, además de las entidades ya mencionadas, han colaborado otras: la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB), la Unidad de Excelencia “Archaeometrical Studies: Inside the Artefacts & Ecofacts” de la UGR, el grupo TIDOP de la Escuela Politécnica Superior de Ávila y el Centro de Asistencia a la Investigación (C.A.I.) de Arqueometría y Análisis Arqueológico de la Universidad Complutense de Madrid, la Universidad de Zaragoza, todas estas en España, así como la Universidad de Helsinki en Finlandia. (Fuente: URV)

 

 

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