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Han sido descubiertos los restos de un monedero de lino de época romana en la Casa del Mitreo de Augusta Emerita (en Mérida, España) que sobrevivió a un incendio. Es el segundo hallazgo de este tipo en toda la península Ibérica, tras el ejemplar encontrado en Puente de Castro (León, España).

 

El trabajo es obra de investigadoras de la Universidad de Granada (UGR), el Consorcio de la Ciudad Monumental Histórico-Artística y Arqueológica de Mérida y la Universidad Politécnica de Valencia, todas estas entidades en España.

 

Macarena Bustamante-Álvarez (UGR) y sus colegas han descubierto y analizado fragmentos de tejido adheridos a varias monedas encontradas en las últimas excavaciones en la zona del balneum (termas privadas) pertenecientes a una bursa o “taleguilla” de monedas.

 

El hallazgo del monedero refleja, según las investigadoras, que el tejido en la antigüedad romana iba más allá de la vestimenta.

 

Los fragmentos de tejido se quedaron adheridos a 5 monedas de las 52 que formaban una ocultación monetal por parte de su propietario. Los restos fueron localizados en las últimas excavaciones en la zona del balneum (termas privadas), concretamente en la estancia número 44, una habitación asociada al área de servicio y conectada con las termas de la domus del Mitreo.

 

La cronología de las propias monedas y su contexto arqueológico permite datarlas a finales del siglo III d.C., sin superar ninguna moneda el 250 d.C. Esta cronología coincide perfectamente con la fase de abandono de este lugar (finales del siglo III d.C. y principios del IV d.C.), momento en el que un incendio, de improviso, afectó al edificio, probablemente también al balneum, perdiéndose así este depósito de la memoria colectiva.

 

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A: vista cenital de la Casa del Mitreo con indicación (punto rojo) del lugar del hallazgo. B: localización del hallazgo in situ. (Fotos: UGR)

 

“En primer lugar, tras la recogida de los restos textiles en el lugar del hallazgo, procedimos a su limpieza, ya que eran visibles a simple vista”, explica Leyre Morgado-Roncal, investigadora del departamento de Prehistoria y Arqueología de la UGR. “De ellos, examinamos dos fragmentos de la cara exterior de una moneda. Los trabajos incluyeron microscopía estereoscópica y óptica con luz polarizada y microscopía electrónica de barrido, ambos ejecutados por el equipo interdisciplinar de investigadoras del departamento de Conservación y Restauración de Bienes Culturales e Instituto Universitario de Restauración del Patrimonio de la UPV. Pudimos determinar así que se trataba de un tejido de tafetán o entramado liso con torsión en S a partir de su confección y el grosor de sus hilos, respecto a la materia prima de la fibra se correspondía con lino”.

 

La caracterización de este hallazgo ha permitido interpretar que estamos ante una bursa o “taleguilla” de monedas. Se trata de piezas textiles menores fruto del reciclaje de otras piezas, y que encuentran paralelos a lo largo del Imperio Romano. El análisis tecnológico apunta a un origen oriental o egipcio donde el cultivo de lino sobresalió, y se extendió desde el VI milenio a.C. Aun así, no soluciona su origen, ya que pudo haberse desarrollado en suelo hispano con hilo hecho en Oriente.

 

En cuanto a la iconografía, estas bursae han quedado bien representadas gracias a ser uno de los atributos del dios Hermes/Mercurio. En ese sentido, hay múltiples referencias en la iconografía romana, como la estatua de bronce de la colección Salamanca del Museo Arqueológico Nacional (MAN) en España, donde queda muy clara la utilidad de estas piezas como contenedor de monedas. Del mismo modo, las autoras del estudio sugieren un uso estático de este saquito de monedas que no deterioraría este delicado tejido, ya que tradicionalmente, estos objetos se fabricaban con materiales más resistentes como pieles.

 

Los resultados de este hallazgo único han permitido mejorar el conocimiento de la producción de lino en Hispania y profundizar en la funcionalidad de las conocidas bursa o marsupium. Las autoras del estudio concluyen que es necesario seguir realizando análisis para profundizar más en la cadena productiva de estas interesantes piezas que esperan sean contrastadas con futuros descubrimientos.

 

El estudio se titula “Caracterización arqueométrica de una bursa textil localizada en Augusta Emerita (Mérida, Badajoz, España)”. Y se ha publicado en la revista académica Arqueología. (Fuente: UGR)

 

 

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