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La esofagitis eosinofílica es una enfermedad caracterizada por la inflamación crónica del esófago. Esa inflamación se debe a que los eosinófilos (un tipo de glóbulos blancos) se infiltran en la mucosa y eso provoca que haya dificultad para tragar. Aunque es una enfermedad rara, su prevalencia va en aumento. Hasta ahora, su diagnóstico se realizaba mediante el análisis de varias biopsias tomadas en distintos puntos del esófago. Una prueba que se considera invasiva y muy molesta para los pacientes. Por lo que, el desarrollo de test no invasivos se ha convertido en todo un reto.

 

Una investigación llevada a cabo entre la Universidad del País Vasco (UPV/EHU), Biodonostia, Ikerbasque y el Hospital General Tomelloso, las tres primeras entidades en el País Vasco y la última en Ciudad Real, en España, partió de la hipótesis de que, al estar la mucosa de la boca situada cerca del esófago, era posible que sirviese para encontrar biomarcadores útiles, con la ventaja añadida de que conseguir muestras de la boca es muy sencillo.

 

Para encontrar esos biomarcadores, se seleccionaron 68 genes que pueden estar implicados en la esofagitis eosonofílica y se analizó su actividad en pacientes que tienen la esofagitis en activo, pacientes en remisión y personas sin la enfermedad (grupo de control), reclutados en el Hospital General de Tomelloso y el Hospital Universitario Donostia. De esos 68 genes, 29 se podían detectar en muestras de la boca y ocho de esos genes mostraron ser potencialmente biomarcadores. Así, se analizaron esos genes en pacientes adicionales y tres de ellos mostraron diferencias en su actividad entre pacientes y personas sanas. El uso de esos tres genes en combinación con datos clínicos, como el sexo o la presencia de atopias, tiene una capacidad predictiva del 95%.

 

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Ainara Castellanos Rubio y Maialen Sebastián de la Cruz, del equipo de investigación. (Foto: UPV/EHU)

 

El equipo autor de este trabajo espera que estos prometedores resultados sirvan como base para facilitar el diagnóstico de la esofagitis eosonofílica reduciendo el número de test invasivos. En el futuro, serán necesarios nuevos trabajos para validar los resultados obtenidos y para explorar la posibilidad del uso de este test para diferenciar la esofagitis eosonofílica de otras enfermedades del esófago.

 

El estudio se titula “A novel, non-invasive method to diagnose active eosinophilic esophagitis, combining clinical data and oral cavity RNA levels”. Y se ha publicado en la revista académica Clinical Gastroenterology and Hepatology. (Fuente: UPV/EHU)

 

 

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