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  • Las personas que hacen ejercicio y comen saludable tienen un 17% menos de de riesgo de mortalidad por todas las causas


  • Un estudio publicado en la BJSM asegura que ir al gimnasio no contrarrestará las consecuencias de consumir alimentos ricos en grasas,


  • El equipo internacional de diez investigadores examinó los datos de casi 350.000 participantes recopilados del Biobanco del Reino Unido

Cuidar lo que se come y hacer ejercicio regularmente es fundamental para estar sano, pero en contra de lo que se cree, si no se combinan al mismo tiempo, no bastan para evitar problemas de salud. Un amplio estudio publicado en la revista British Journal of Sports Medicine sugiere que ir al gimnasio no contrarrestará las consecuencias de consumir alimentos ricos en grasas, y que no es suficiente con comer de modo saludable, si no nos movemos. En ambos casos, podemos tener problemas cardiovasculares. Los investigadores concluyen que, aún practicando mucha actividad física, si no se cuida la dieta se sigue en riesgo de mortalidad.

«Algunas personas tal vez piensen que podrán compensar el daño de una dieta deficiente con altos niveles de ejercicio o compensar el déficit de una actividad física baja con una dieta de alta calidad, pero los datos muestran que, lamentablemente, este no es el caso”, aseguran los autores del estudio. Advierten de la publicidad engañosa. «Los titulares sensacionalistas y la publicidad engañosa de regímenes de ejercicio para atraer a los consumidores a la idea de ‘hacer ejercicio para comer lo que quieran’ han alimentado la circulación del mito de que ‘el ejercicio supera a una mala dieta», dicen.

Datos de 350 000 personas

Para llegar a esta conclusión el equipo internacional de diez investigadores examinó los datos de casi 350 000 participantes recopilados del Biobanco del Reino Unido (una enorme base de datos médica con información de salud de personas en Gran Bretaña a largo tiempo) y les realizó un seguimiento durante el período de una década. 

Los participantes del estudio (con una mediana de edad de 57 años), estaban saludables al comienzo de la investigación, lo que significa que no fueron diagnosticados con condiciones como enfermedad cardiovascular, cáncer o dolor crónico.

 Para analizar lo que comían los expertos desglosaron las dietas de las personas siguiendo criterios de calidad, entendiendo que «las dietas de alta calidad» tenían al menos 4,5 tazas de frutas y verduras por día, dos o más porciones de pescado por semana, menos de dos porciones de carnes procesadas por semana y no más de cinco porciones de carne roja por semana. 

En comparación con las personas inactivas y que seguían una dieta deficiente, las personas que hacían ejercicio con regularidad y consumían una dieta saludable mostraron:

  • Un 17 % de riesgo menor de mortalidad por todas las causas.
  • 19 % menor de riesgo de mortalidad por enfermedad cardiovascular.
  • 27 % de menos riesgo de mortalidad por enfermedad cardiovascular.

Además de menor riesgo de mortalidad asociado con ciertos tipos de cáncer.

La importancia del estudio, son datos que muestran una evidencia solida

«Puede parecer que no están diciendo nada nuevo pero lo que han demostrado es una evidencia solida del resultado de una práctica, con números, y eso en medicina es muy importante», comenta el doctor Manuel Landecho, de la Unidad de Chequeos de la Clínica de Navarra.

Lo que este importante estudio internacional viene a demostrar que el estilo de vida es importante. “Tanto la actividad física regular como una dieta saludable juegan un papel importante en la promoción de la salud y la longevidad”,confirma la autora principal del estudio, la profesora asociada Melody Ding del Centro Charles Perkins y la Facultad de Medicina y Salud en un comunicado de la universidad.

Seguir una dieta de calidad y suficiente actividad física «es importante para reducir de manera óptima el riesgo de muerte por todas las causas, enfermedades cardiovasculares y cáncer”, agrega el coautor del estudio Joe Van Buskirk, de la Escuela de Salud Pública, Facultad de Medicina y Salud.

Porque de algún modo «cada individuo es el responsable último de su propia salud», confirma el doctor Landecho quien recuerda que la Organización Mundial de la Salud considera que las llamadas enfermedades no transmisibles se pueden prevenir mediante la reducción de los factores de riesgo comunes, y eso es mucho decir, porque la misma OMS estima que estas enfermedades provocadas por el estilo de vida matan cada año a 41 millones de personas.



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