Macron «obliga» a los mayores de 65 años a recibir tres dosis para tener el certificado covid

«La solución es la inyección de una dosis adicional». Así se ha dirigido el presidente francés Emmanuel Macron a su país, ante el aumento de casos de covid, en lo que se está convirtiendo en la quinta ola del coronavirus en Europa. Desde mediados de octubre el número de casos confirmados al día ha pasado de unos 4.500 a más de 7.200 en las últimas jornadas, de acuerdo con las autoridades sanitarias locales.

Una de las respuestas que se esperaba en este discurso era si para tener el certificado covid (denominado pass sanitaire en Francia), vigente desde julio para acceder a muchos espacios, sería necesaria la tercera dosis de la vacuna. Al final solo será obligatorio para los mayores de 65 años y los grupos vulnerables y no la población general. El requisito entrará en vigor a partir del 15 de diciembre.

«Desde la primera vacunación en diciembre de 2020, hemos inyectado más de 100 millones de dosis en diez meses. 51 millones de ustedes están completamente inmunizados. Gracias al passe sanitaire, hemos logrado controlar la covid», ha apuntado. A pesar de estos números, el mandatario ha insistido a los espectadores que no se han vacunado a que lo hagan.

Asimismo, el dirigente ha anunciado que para los departamentos donde la tasa de incidencia supera los 50 casos por 100.000 habitantes, se restablece el uso de la mascarilla en las escuelas.

En esta línea, Macron ha aclarado que la pandemia «no ha terminado». Con lo que la reforma de las pensiones seguirá paralizada, como ya declaró en su discurso del 12 de julio. «No pondré en marcha esta revisión hasta que la epidemia esté controlada y la recuperación esté asegurada», recalcó hace cuatro meses. «No se cumplen las condiciones para lanzar la reforma», ha considerado en su discurso de este martes. 

Desde el surgimiento de la pandemia y la suspensión del texto, el presidente francés ha seguido dudando de la posibilidad de relanzar la reforma antes de que finalice su mandato. Con lo que su imagen de reformador peligra en vísperas de la campaña presidencial, que arranca en cinco meses.

Por otro lado, Macron ha anunciado que los préstamos garantizados por el Estado para empresas aún en dificultades por la pandemia se extenderán hasta el próximo junio.

Como en el apogeo de la crisis sanitaria, Macron se ha dirigido los franceses este martes por a las 20:00 horas, para continuar incentivando la vacunación. El jefe de Estado preparó su discurso el pasado fin de semana en Honfleur, en la región de Normandía, a donde acude todos los años con su esposa por el Día de Todos los Santos.

Un alegato diseñado como una «secuela» al que pronunció el pasado 12 de julio. Entonces anunció la introducción del passe sanitaire para asistir a ciertos eventos -que luego se amplió a restaurantes, gimnasios o centros comerciales-. Algunos lo calificaron de «dictadura sanitaria».

Pero, con la obligación de presentar una prueba negativa o la pauta completa para acceder a muchos espacios, la vacunación se aceleró. En ese momento, la intervención del jefe de Estado provocó un aumento de visitas a Doctolib, la web a través de la que se conciertan citas de vacunación en Francia.

En un mes, y en pleno verano, el ejecutivo había contabilizado más de 10 millones de vacunas por primera vez. Este es el mismo efecto que busca este martes Emmanuel Macron ante la amenaza de una quinta ola de covid-19 en Europa y en el país. Incluso antes de su intervención, las citaciones para la tercera dosis alcanzaron su punto máximo.

De acuerdo con los datos de Our World in Data, Francia no llega al 70% de población vacunada con la pauta completa contra la covid-19. Unos 20 puntos por debajo de España.