[ad_1]

En un estudio reciente, se ha examinado una posible estrategia para mitigar en niños y adolescentes los efectos negativos que sobre su calidad de vida tiene su condición de pacientes con fibrosis quística que presentan insuficiencia pulmonar.

 

El entrenamiento con ejercicios de fuerza conduce a mejoras significativas en la fuerza muscular y en la capacidad funcional en niños y adolescentes con fibrosis quística que presentan insuficiencia pulmonar de leve a moderada. Esta es la principal conclusión de un ensayo realizado por investigadores del Grupo de Investigación ImFINE de la Universidad Politécnica de Madrid (UPM), junto con el servicio de Neumología del Hospital Universitario Niño Jesús y el Hospital de la Princesa de Madrid, en España. El objetivo de esta línea de investigación es poder mejorar la calidad de vida de los pacientes crónicos con esos problemas de salud.

 

“La evidencia sobre los programas de entrenamiento de resistencia para la fibrosis quística es limitada y no ha habido conocimiento sobre los posibles beneficios de la adición de estimulación eléctrica neuromuscular (NMES)”, explica Margarita Pérez Ruiz, doctora especialista en Medicina del Deporte, profesora de la UPM e integrante del Grupo de Investigación en Nutrición, Ejercicio y Estilo de Vida Saludable (ImFINE) de dicha universidad.

 

La investigación se ha basado en un “ensayo aleatorio controlado que tuvo como objetivo evaluar los efectos de un programa de entrenamiento de resistencia supervisado, asociado o no con estimulación eléctrica neuromuscular, sobre la fuerza muscular, la capacidad aeróbica, la función pulmonar y la calidad de vida en niños con fibrosis quística que presentan insuficiencia pulmonar de leve a moderada”, añade.

 

El ensayo incluyó un total de 27 pacientes con fibrosis quística de edades comprendidas entre los 6 y 17 años, que fueron asignados al azar a tres escenarios distintos: sin tratamiento, con ejercicio y con electroestimulación neuromuscular más ejercicio. Estos pacientes fueron evaluados al inicio y al final de un programa de ejercicio individualizado de 8 semanas, con sesiones de 60 minutos realizadas 3 días a la semana. Durante el estudio, se midió la función pulmonar de los pacientes, así como su estado cardiorrespiratorio, la capacidad funcional, la calidad de vida y la fuerza muscular.

 

[Img #66987]

Un entrenamiento físico adecuado para potenciar la fuerza muscular puede mejorar la capacidad funcional en niños y adolescentes con fibrosis quística que presentan insuficiencia pulmonar de leve a moderada. (Foto: UPM)

 

Una vez concluido el ensayo, se observó que la capacidad funcional presentó diferencias significativas, con un mejor desempeño en los pacientes del grupo que realizó ejercicio y en los del grupo que recibió electroestimulación neuromuscular y además hizo ejercicio. También estos dos grupos presentaron tamaños del efecto grandes y diferencias significativas en relación con la fuerza muscular, en comparación con los pacientes que no siguieron tratamiento alguno.

 

Si bien Pérez Ruiz se ha incorporado recientemente al grupo ImFINE, esta médico especialista en Medicina del Deporte lideró durante varios años el Grupo de Investigación EsBIDA (Ejercicio, Salud y Biomarcadores Aplicados) de la Universidad Europea de Madrid, que lleva varias décadas colaborando en este proyecto de ejercicio para la mejora de la calidad de vida de niños con fibrosis quística.

 

El estudio se titula “Is exercise and electrostimulation effective in improving muscle strength and cardiorespiratory fitness in children with cystic fibrosis and mild-to-moderate pulmonary impairment?: Randomized controlled trial”. Y se ha publicado en la revista académica Respiratory Medicine. (Fuente: UPM)

 

 

[ad_2]

Source link