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Los terremotos extremadamente intensos se dan en muchas partes del mundo, como Japón o Turquía, pero sus efectos son muy distintos. ¿Qué es lo que marca la diferencia? Entre otras cosas, el uso o no de tecnologías avanzadas ꟷcomo los disipadores de energíaꟷ capaces de controlar la respuesta de un edificio evitando la pérdida de vidas humanas y minimizando los daños materiales.

 

La novedad no está en el concepto, que existe y se emplea en edificios desde finales del siglo pasado, sino en el tipo de dispositivo empleado.

 

Un nuevo dispositivo disipador de energía híbrido desarrollado por los investigadores Amadeo Benavent, David Escolano, Julio Arcos y Hermes Ponce, de la Universidad Politécnica de Madrid (UPM) en España, es capaz de absorber la energía que introducen tanto movimientos sísmicos frecuentes de baja intensidad, como terremotos muy severos. Con ello se pueden reducir o incluso eliminar los daños provocados por seísmos tan graves como el que se produjo en Turquía a principios de 2023.

 

El nuevo disipador combina dos partes: una cuyo comportamiento depende de la velocidad y otra que depende del desplazamiento. De esta manera, el dispositivo es eficaz ante sismos de muy distinta intensidad. La parte que depende de la velocidad emplea un nuevo material viscoelástico similar al neopreno desarrollado y analizado de manera conjunta por el grupo de investigación de la UPM e investigadores de la Universidad de Vyatka (Rusia) encabezados por el profesor Yuriy Yurkin. La parte que depende del desplazamiento disipa energía mediante la plastificación del acero de las caras de tubos metálicos dispuestos telescópicamente, entre los cuales se disponen las láminas de material viscoelástico. 

 

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Parte de la maquinaria empleada en el trabajo de desarrollo y pruebas del nuevo disipador. (Foto: UPM)

 

El comportamiento del nuevo disipador se ha investigado numérica y experimentalmente tanto de forma aislada como instalado en estructuras de hormigón armado que se sometieron a ensayos dinámicos con el simulador sísmico de la Universidad de Granada en España. Con estos ensayos se validó y verificó la capacidad del nuevo disipador para controlar los movimientos del edificio ante sismos de muy diferente intensidad.

 

Según declara Hermes Ponce, “el disipador híbrido patentado puede emplearse como sistema de protección de edificios nuevos o para reacondicionar sísmicamente edificios existentes. Tras un sismo severo, el disipador puede ser inspeccionado y, si es necesario reemplazado, con facilidad.” (Fuente: UPM)

 

 

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