qué son, cuándo y cómo se ponen y para que sirven

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Las carillas dentales son una práctica poco conocida en odontología pero cada día más utilizadas.

Cuando hablamos de estética dental no solo nos referimos a corregir la posición de los dientes o blanquearlos, sino que hay procedimientos que pueden solucionar desperfectos dentales como:

  • Pequeñas fracturas
  • Desgastes del esmalte
  • Corrección de diastemas (huecos entre dos dientes). 

Este tipo de correcciones se suelen realizar mediante la colocación de carillas dentales, unas láminas finas que se utilizan para cubrir la parte frontal de los dientes anteriores, los más visibles en la boca

El jefe del servicio de Cirugía Maxilofacial y Odontología de Olympia Quirónsalud, el doctor Manuel Chamorro Pons, explica que:

  • «Estas láminas se adhieren a la superficie de los dientes, unificando el color y la forma”, consiguiendo así un aspecto mucho más atractivo de la sonrisa. 

Una de sus principales ventajas de la colocación de las carillas es que es una técnica sencilla que no requiere una gran preparación de los dientes.

Y, como explica el doctor:

  1. “En unas ocasiones, el diente ni siquiera se modifica previamente»
  2. «En otras, sólo es necesario un mínimo desgaste de su superficie para recibir adecuadamente la carilla”.

carillas dentales, un sencillo y eficaz «invento» para la estética dental Imagen: Clausgast


Tipos de carillas dentales 

Tal y como ocurre con las piezas dentales que se implantan o con los aparatos de ortodoncia, las carillas se elaboran siempre a medida.

Para hacerlo, previamente se realiza un estudio estético de los dientes y la sonrisa. Después, se diseñan las láminas teniendo en cuenta los gustos del paciente en cuanto a forma y color de los dientes. 

  • “Actualmente, contamos con herramientas informáticas que, a partir de fotografías de la boca, permiten diseñar las carillas completamente a medida y mostrar a la persona, antes de que empiece el tratamiento, el aspecto final de su nueva sonrisa”, explica el doctor Chamorro Pons.

Una vez elegido al color y la forma, el paciente puede decidir entre tres diferentes tipos de carillas dentales:

Carillas dentales de porcelana

Las carillas de porcelana son unas láminas muy finas, tan solo 0,5 milímetros de grosor, que se van a colocar sobre la cara externa del diente. 

Están fabricadas con cerámica feldespática, “un material de alta resistencia que no experimenta cambios de color ni desgaste”, apunta el especialista, quien, además, afirma que ofrecen unos resultados muy naturales, estéticos y duraderos.

Para colocar las carillas de porcelana, el odontólogo deberá preparar el diente para que se adhieran bien. Así, se procederá a realizar un mínimo tallado o desgaste del esmalte.

Se pueden considerar permanentes, ya que no se espera un deterioro significativo, cambios de color o desgaste con el paso del tiempo, aunque siempre recomendaremos una revisión anual de mantenimiento y observación”, aclara el especialista.

La colocación de carillas es que es una técnica sencilla. Adobe Stock.


Carillas de composite o resina

Otro material usado para elaborar las carillas es el composite, fabricado con resina sintética en forma de láminas muy finas que también se adhieren a la superficie del diente. Como en el caso anterior, logran mejorar su forma y color, a la vez que corrigen anomalías estructurales de los dientes anteriores. 

La diferencia entre las carillas de composite y las de porcelana es que la resina es un material más económico, por lo tanto, el presupuesto es menor. Otra de sus ventajas es que la preparación que requiere el diente suele ser mínima, más leve que en el caso de la porcelana. Sin embargo, su principal inconveniente es una menor durabilidad. 

Respecto a esto, “el color y el brillo del material se alteran con el paso del tiempo y estas carillas requieren revisiones más frecuentes, que muchas veces precisan de un pulido o incluso de retoques del material”, indica el doctor.

Además, la translucidez y el aspecto natural que se consigue con este material también es inferior al que se obtiene con la porcelana. 

Carillas de zirconio.

Por último, se dispone de carillas de zirconio, un metal cerámico de color blanco que “ha llegado con fuerza al mundo de la odontología”, afirma el experto. Con él se pueden fabricar tanto coronas dentales de alta calidad estética y resistencia -también llamadas fundas- como carillas. 

  • A pesar de su alta calidad, el doctor Chamorro Pons explica que “es un material menos utilizado que los anteriores por su elevado precio y más difícil manejo”.

No obstante, al presentar una menor translucidez que la porcelana, “estaría indicado en casos de corrección con carillas de dientes muy oscuros o con alteraciones muy evidentes del esmalte, que podrían detectarse a través de la porcelana”.

En cualquier caso, el experto señala que este tipo de tratamientos “de estética dental requieren mucha precisión, habilidad y sentido del gusto por parte del profesional”. De hecho, asegura que la estética dental es una verdadera especialidad dentro de la odontología

“Los detalles en el cuidadoso diseño y la precisión técnica en la colocación marcan la diferencia entre un resultado natural y altamente estético o no”, concluye el doctor Chamorro Pons.

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