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La violencia no cesa en la zona, que no vivía una espiral semejante desde la segunda intifada, hace casi 20 años.
La violencia no cesa entre israelíes y palestinos. Un joven palestino ha muerto tras ser abatido por un policía después de haber disparado a seis personas. Dos de ellas se encuentran en estado grave.
El incidente tuvo lugar en el asentamiento israelí de Maale Adumim, en Cisjordania ocupada. El agresor, de 20 años, abrió fuego contra un grupo de personas antes de ser abatido por un agente israelí.
La oficina del primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, informó de que el mandatario se trasladó de inmediato al centro de comando del Ejército junto al ministro de Defensa, Yoav Gallant, para recibir actualizaciones sobre el incidente.
Un portavoz de la Policía israelí, por su parte, precisó que «un agente de la Policía de Fronteras que estaba fuera de servicio y se dirigía a la peluquería escuchó disparos y gritos de civiles sobre la presencia de un terrorista». Tras localizar al atacante poco después, «se identificó como policía y le instó a detenerse, tras lo que el terrorista se dio la vuelta y abrió fuego contra el agente, que respondió con disparos y lo neutralizó».
El Ministerio de Sanidad de la Autoridad Nacional Palestina (ANP) confirmó la muerte del atacante y lo identificó como Muhanad Mohamed Suleiman al Mazra, de 20 años.
Poco después del ataque, el movimiento islamista palestino Hamás, que gobierna en la Franja de Gaza, y el grupo Yihad Islámica Palestina, celebraron el ataque mediante comunicados de prensa que lo describieron como «heroico».
Desde principios de año han muerto más de 230 personas, en su mayoría palestinas, en incidentes similares, llevando a la región a un clima no visto en casi dos décadas, desde la segunda intifada.
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