El campamento de población refugiada saharaui de Auserd (Tinduf), en el sureste de Argelia, acoge estos días el Festival Internacional del Sáhara
Buscan poner el foco en los residentes saharauis en las zonas ocupadas del Sáhara Occidental que, según denuncia la organización, «son reprimidos diariamente por las autoridades marroquíes»
Hablamos con algunos de los saharauis que denuncian los abusos de Marruecos en la zona ocupada del Sáhara Occidental
19/10/2019 – 22:06h
Campamento de refugiados saharauis de Auserd (Tinduf) donde se celebra el Fisáhara. FISÁHARA
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El campamento de población refugiada saharaui de Auserd (Tinduf), en el sureste de Argelia, acoge la XV edición del Festival Internacional de Cine del Sáhara ‘FiSahara‘ con el objetivo de acercar el cine a los jóvenes y dar visibilidad a la cultura de un pueblo obligado a vivir en el desierto. En esta ocasión está dedicado los «residentes en las zonas ocupadas del Sahara Occidental» que, según denuncia la organización, «son reprimidos diariamente por las autoridades marroquíes».
«Hace tiempo que yo y mi familia somos víctimas de una venganza de la parte del Estado ocupante marroquí», denuncia Hassanna Duihi a eldiario.es, casado con la activista saharaui Mina Baali. El matrimonio, con tres hijos, es de la capital, El Aaiún. Sin embargo, la pareja vive separada desde 2017, cuando el esposo fue trasladado a Bojador «tras una decisión abusiva contra mí». No se resiste y aprovecha el fin de semana para visitar a su familia, aunque «es un verdadero sufrimiento que estemos divididos».
Hassana es funcionario del ministerio de Educación, y vicepresidente de la Liga por la Protección de los Presos Saharauis en las Cárceles Marroquíes (LPPS), además es miembro de la Asociación Saharaui de Víctimas de Violaciones Graves de Derechos Humanos (ASVDH), la única organización permitida por Marruecos.
A Mina, también funcionaria, «le han congelado varias veces el salario», además fue amenaza y torturada en la calle cuando participó en una manifestación pacífica el 12 de octubre en El Aaiún.
El hijo mayor vive en España donde en 2017 solicitó protección internacional porque fue «amenazado en muchas ocasiones por la policía marroquí», asegura su padre. Al segundo no le han concedido la beca para cursar estudios universitarios y no se le permite utilizar el transporte escolar como a otros estudiantes universitarios.
35 personas, expulsadas del Sáhara Occidental en 2019
El ‘FiSahara’ ha querido dedicar esta edición también «a todos los presos y presas políticas encarceladas injustamente», explican en la organización del evento.
La última condena contra un activista en el Sáhara Occidental la dictó este mes el Tribunal de Apelación de El Aaiún al periodista saharaui Oulid Salek Batal, acusado de «montar barricadas en la vía pública que obstaculizaron el tráfico, ultraje a funcionarios públicos y posesión de armas». Batal fue detenido en abril en Smara en un altercado con la policía que cercó la casa de una activista saharaui para evitar que los militantes celebrasen un acto tras su salida de prisión.
Periodistas, abogados o defensores de los derechos humanos tienen complicado documentar las denuncias de los activistas, bien por el difícil acceso al Sáhara o debido a las expulsiones propiciadas por Marruecos a quienes intentan informar desde este punto. Así, esta misma semana, las autoridades marroquíes no permitieron la entrada a dos jóvenes danesas al Sahara Occidental y las expulsaron a Agadir.
Desde enero de 2019, 35 personas han sido expulsadas del Sáhara Occidental, según la información proporcionada por Equipe Media a eldiario.es. Se trata de periodistas, observadores, investigadores y abogados de diferentes nacionalidades: españoles, italianos, daneses, francés, chinos y noruegos.
Este grupo de periodistas activistas saharauis de Equipe Media presentan en el ‘FiSahara’ un nuevo documental ‘Heridas abiertas’. La cinta surge de una campaña realizada en el mes de agosto con Saharawi Voice para sensibilizar acerca de los desaparecidos y sus familiares, que «sufren mucho porque no saben nada de ellos, si están vivos o si están muertos, no les han entregado los cuerpos», explica a este medio Ahmed Ettanji de Equipe Media. En la cinta también aparece una entrevista con uno de los presos del campamento de Gdeim Izik que quedó en libertad.
«Aparece solo un poco de lo que viven los saharauis bajo la ocupación y el bloqueo informativo y militar», detalla Ettanji.
La ONU discute a puerta cerrada sobre el Sáhara
La cuarta Comisión de la Asamblea General de la ONU aprobó este miércoles, sin votación, una resolución que reitera su apoyo al proceso político liderado bajo los auspicios de la ONU para la solución del problema del Sahara Occidental. En esta reunión, la Comisión pidió a las partes involucradas en el conflicto (Marruecos, la RASD, Argelia y Mauritania) «que cooperen plenamente con el Secretario General, Antonio Guterres, para encontrar una solución política».
La ONU celebró esta sesión para desbloquear la situación tras la dimisión del mediador Horst Köhler de 76 años, quien consiguió reunir a los implicados en torno a dos mesas redondas en Ginebra, y tenía previsto que se celebrase la próxima reunión antes de finalizar el año. De hecho, Guterres no cuenta actualmente con ningún enviado para el Sáhara Occidental, tras la partida del alemán. En la reunión se urgió a encontrar un sustituto para avanzar en el proceso, y además a finales de octubre se debe adoptar una resolución para prorrogar el mandato de la MINURSO, que se renueva ahora cada seis meses tras la propuesta de Estados Unidos.
«No olvidamos al pueblo saharaui»
Mientras, en los campamentos se viven cinco días de cultura que arrancaron con la proyección de ‘Campeones’. Los embajadores de la cinta ganadora de tres premios Goya, incluido el de mejor película, Jesús Lago y Alberto Nieto, han viajado también a los campamentos. Es la primera vez que el FiSahara trabaja la discapacidad y la inclusión. De esta manera, además de ofrecer un coloquio al término de la proyección, Lago y Nieto participan en dos talleres de expresión corporal social en una escuela de Auserd y en un centro de personas discapacitadas de Smara.
En este último también intervino la cantante Rozalén, que junto a su intérprete en lengua de signos, Beatriz Romero, realizaron actividades de musicoterapia.
La artista albaceteña participa también desde el pasado domingo en la segunda edición de ‘Un micro para el Sahara’ que continúa con su objetivo de visibilizar la situación de un pueblo olvidado en las últimas cuatro décadas.
‘FiSahara’ es el único festival que se celebra en un campamento de refugiados. Nada es fácil en los campamentos. Tampoco llegar hasta allí. Por ello, ‘Un micro para el Sahara’ se unió a la difusión de un festival que no tiene alfombra roja pero sí la arena del desierto y un millón de estrellas en el firmamento. Cuenta, sobre todo, con el cariño y el apoyo de aquellos que se solidarizan con la causa del pueblo saharaui», destacó José Taboada, presidente de la Coordinadora Estatal de Asociaciones Solidarias con el Sáhara (CEAS-Sahara). Y añadió: «Queremos decir al mundo que no olvidamos al pueblo saharaui, ya que es un ejemplo de cómo se puede construir un Estado en medio de la nada».