[ad_1]

Manifestación en Colorado a favor de las uniones homosexuales. / REUTERS

Doce senadores conservadores se unen a los demócratas para conseguir la aprobación de la histórica ley en un Congreso dividido

El amor hace milagros. Lo dicen los místicos, los enamorados y, ahora, los políticos. El milagro del bipartidismo que se manifestó este martes en el Senado de Estados Unidos tenía a muchos legisladores en lágrimas y a otros tan tocados por la sucesión de historias personales que no se atrevieron a criticar en voz alta la aprobación de la ley que protegerá el matrimonio entre personas del mismo sexo en todo el país.

«El amor es amor y los estadounidenses deberían tener el derecho de casarse con la persona a la que amén», lapidó el presidente Joe Biden en un comunicado oficial de la Casa Blanca. Hace seis meses parecía impensable que un tema tan delicado y sensible pudiera ser aprobado en un Congreso radicalmente dividido, y encima contar con el apoyo de 12 senadores conservadores.

Para algunos era personal. La senadora Tammy Baldwin se convirtió en 2017 en la primera mujer gay del Senado y, aunque a estas alturas se haya separado de su pareja, espera volver a encontrar el amor en otra mujer. «Muchas parejas del mismo sexo y de distintas razas tienen miedo y están preocupadas de que se les arrebate sus derechos, responsabilidades y libertades», contó a la Cámara.

Una de estas parejas es la que forma la hija del líder demócrata del Senado, Chuck Schumer, casada con otra mujer y a la espera de su primer hijo. «¿Podría el Supremo deshacer su matrimonio?», preguntó el líder demócrata, que se ha convertido en un aguerrido defensor de la ‘Ley de Respeto al Matrimonio’, que sustituirá a la que lo defendía como el sacramento entre un hombre y una mujer.

Amenazas a legisladores

Allison Schumer, de 31 años, y Elizabeth Weiland, con la que se casó hace dos años, han sido su motivación, pero fue su capacidad para aceptar una pausa la que ha permitido que la legislación salga delante con apoyo bipartidista, lo que ha devuelto la esperanza a un país dividido. Con la campaña electoral en su recta final, Schumer aceptó en septiembre posponer la votación del Senado para que los legisladores republicanos no tuvieran que elegir entre hacer lo correcto y mantenerse en el cargo.

Algunos han tenido que soportar amenazas de muerte, como la senadora de Wyoming Cinthia Lummis, que dio en la Cámara uno de los discursos más emotivos de la jornada con un llamado a la tolerancia. La ley, que todavía tiene que ser consensuada con la versión de la Cámara Baja, antes de que la firme el presidente Joe Biden, ha hecho una importante concesión a los grupos religiosos, que no estarán obligados a reconocer las uniones entre homosexuales para proporcionarles los beneficios que dan a otras parejas.

[ad_2]

Source link