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En Alepo, se preparan para vivir otra noche lejos de sus hogares. Los/as jóvenes con las Salesianas preparan y reparten falafel y bocadillos a las personas acogidas. Sin embargo, el número de personas acogidas aumenta día a día y hay una necesidad aún mayor de alimentos, calefacción y lo que se necesita para ayudar incluso a aquellos que no están acogidos en la casa de las Hermanas

Un joven Sirio contó hoy cómo, saliendo de la casa insegura con su familia, encontró hospitalidad con las monjas salesianas:

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