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Después del terremoto de 7,8 grados de magnitud que ha afectado gravemente al sureste de Turquía y el norte de Siria, y las continuas réplicas las noticas que nos llegan son devastadoras.
Por el momento se han computado en Turquía 3.419 fallecidos y más de 20.000 heridos. En Siria la cifra de fallecidos asciende a 1.602 y hay miles de heridos. Y ante la magnitud de destrucción en ambos países las Organización Mundial de la Salud (OMS) teme que el número de muertos aumente hasta superar las 20.000 personas.
El colapso de edificios y al miedo de nuevas replicas hace que la población permanezca en la calle con malas condiciones meteorológicas que han hecho que por la noche muchas provincias afectadas hayan registrado temperaturas bajo cero, lluvia y nieve. Además no hay suficientes lugares para acoger a tantas personas que se han quedado sin hogar.
Si nos centramos en Siria, la situación es dramática porque hay que unir la situación que viven por más de 10 años de guerra civil.
Según un recuento de la ONU, en la zona afectada en Siria 200 edificios se han venido abajo y al menos 325 están dañados. En este recuento se incluyen almacenes con ayuda alimentaria ya que es una zona dependiente de ella, donde viven 3 millones de personas desplazadas por más de una década de guerra.
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