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El pasado colonial de Países Bajos acapara estos días la agenda política en vísperas de 150º aniversario de la emancipación de los esclavos de Surinam. Anton de Kom (1898-1945), escritor y activista surinamés que fue el primero en escribir sobre su país desde el punto de vista anticolonial, ha sido rehabilitado esta semana por el Gobierno. El ministro de Exteriores, Wopke Hoekstra, ha pedido disculpas a los descendientes de este luchador por la libertad y miembro de la resistencia contra los nazis por “el sufrimiento que tanto el autor como su familia padecieron a manos de las autoridades”. Considerado en 1932 un peligro para el Estado, De Kom murió en 1945 en un campo alemán de prisioneros de guerra. El Ejecutivo ha decidido crear también una cátedra en su nombre en la Universidad Libre de Ámsterdam.

“Fue un hombre valiente que luchó por la justicia, la igualdad y la humanidad”, ha dicho Hoekstra. Dos de sus hijos, Ad y Judith, de 96 y 92 años, respectivamente, han visto ahora cómo las autoridades reconocen que, hace casi un siglo, su padre fue perseguido. “Lo encarcelaron y, a pesar de todo, dio su vida uniéndose a la resistencia durante la guerra”, ha admitido el ministro. Fue arrestado en 1944 por escribir en el periódico comunista De Vonk (La chispa), y acabó en el campo para prisioneros civiles y militares de Sandbostel, en Alemania. Murió allí en abril de 1945, poco antes de la liberación por parte de las tropas aliadas. Su cuerpo fue identificado en 1960 en una fosa común. En los últimos años, su figura ha cobrado mayor interés debido al movimiento Black Lives Matter (Las vidas negras importan) y al debate sobre el racismo.

Para su familia, ha sido “un momento histórico porque se admite el valor, la visión y el compromiso incansable de un hombre que luchó toda su vida por la libertad y la igualdad, en contra del espíritu de la época”, han señalado, en un comunicado. También esperan que la rehabilitación contribuya a crear una sociedad más justa “en la que nos atrevamos a afrontar nuestro pasado colonial”. Una investigación encargada por el Gobierno señaló que la antigua república holandesa “basó conscientemente su expansión mundial en la explotación de seres humanos”. En cuanto a la familia de Orange, de la que desciende la monarquía actual, ganaron el equivalente 545 millones de euros con su control de las colonias en ultramar, que llevaban aparejada la esclavitud, según el mismo informe.

Héroe de la resistencia

En el canon educativo de Países Bajos, la relación de hechos y personajes que marcan la historia nacional, Anton de Kom es presentado como un “escritor anticolonial, activista y héroe de la resistencia”. Su libro, Wij slaven van Suriname (Nosotros, esclavos de Surinam), escrito en 1934, es un alegato contra el racismo, la explotación y el dominio colonial. Fue también la primera obra histórica sobre su tierra firmada por un surinamés, y precede a otras del mismo tono. El propio canon recuerda Los jacobinos negros de C.L.R (Cyril Lionel Robert) James, el pensador e historiador marxista afroamericano nacido en Trinidad y Tobago. Él cuenta la revuelta de los esclavos en la colonia francesa de Santo Domingo, en 1791, que derivó en la creación de Haití.

Anton de Kom nació en Paramaribo, la capital de Surinam. Su padre vino al mundo en una plantación situada al este del país poco antes de la abolición de la esclavitud, en 1863. Diplomado en Contabilidad, De Kom no encontró trabajo debido al racismo y decidió probar fortuna en Países Bajos. Llegó en 1921 y encontró un puesto como comerciante de café y té. En 1926 contrajo matrimonio con Petronella Borsboom, una holandesa blanca con la que tuvo cuatro hijos. Los matrimonios mixtos no eran frecuentes, pero la familia se asentó y él empezó a escribir. Descorazonado ante lo poco que se sabía en la antigua metrópoli del pasado colonial y la esclavitud, se lanzó a publicar artículos de crítica política. También se sumó al partido comunista. En 1932 regresó a Surinam poco antes de la muerte de su madre, y allí fue censurado y acosado por las autoridades. A la vista de las trabas impuestas, abrió una consultora para ayudar a trabajadores explotados.

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En febrero de 1933, cuando ya era conocido como papá De Kom, fue arrestado ante el temor de que hubiese revueltas. Acabó en la cárcel sin juicio y tuvo que regresar a Países Bajos, donde escribió su famoso libro. A partir de la independencia de Surinam, en 1975, la relevancia de su figura ha ido aumentando hasta ser considerado un héroe. La cátedra con su nombre se centrará en el estudio del pasado esclavista holandés y sus repercusiones en el presente. Estará lista para el curso 2023-2024.

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